https://plumaslibres.com.mx/2020/01/24/la-fiscal-de-veracruz-veronica-hernandez-libero-a-su-prima-la-jefa-dias-despues-de-asumir-el-cargo/
El “tamal político” en el Congreso del Estado, coordinado y operado por Juan Javier Gómez Cazarín, diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política de LXV Legislatura (Jucopo). ¿Pero quién es este “importante” sujeto promorenista y que le “opera” al actual gobernador del estado de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez? Un poco más adelante recordaremos, pero primero voy hacerle una solicitud a la nueva “Fiscala”:
Señora Verónica Hernández Giádans, luego entonces de la imposición a tan importante dependencia procuradora de justicia, tendrá que ponerse a trabajar a esclarecer todos y cada uno de los casos de periodistas asesinados en el estado de Veracruz y que hasta el día de hoy, duermen el sueño de los justos. Como por ejemplo el asesinato del colega del sur en agosto del 2017, Cándido Ríos Vázquez.
¿Pero sabe qué amable lector? La señora “Fiscala” no investigará absolutamente nada con relación a los periodistas asesinados y mucho menos el caso del periodista del sur. Y todo se basa, porque las líneas de investigación en el caso del crimen de Pavuche –como cariñosamente era conocido Ríos Vázquez- se centra en contra de quién fue la pieza clave de la imposición a su espurio nombramiento.
Le recordaremos la historia:
El 13 de agosto del 2017, el nombre de Juan Javier Gómez Cazarín, saltó al dominio público, derivado de la publicación de un video del colega periodista del Diario de Acayucan, Cándido Ríos Vázquez. En él, el comunicador hacía alusión sobre las diversas corruptelas de un grupo de políticos en la zona de Hueyapan de Ocampo. En dicho material audiovisual señalaba a un sujeto de nombre Samuel Huerta, al hoy diputado local del Congreso de Veracruz mejor conocido en la zona de los Tuxtlas como “El Carón” y el ex alcalde de Hueyapan de Ocampo, Gaspar Gómez Jiménez –familiar del legislador-.
Posteriormente al video de Ríos Vázquez, el ex alcalde de Hueyapan de Ocampo hizo lo propio y grabó un video muy agresivo y denigrante en contra de la humanidad del periodista. Lo llama drogadicto, y además, acepta haberlo golpeado un año atrás. Luego afirma que él no lo mandará a matar, pues según él no tiene sangre para ello, pero le avienta la “bolita” a los otros “afectados”. Dice en el material audiovisual que no sabe la “reacción” que tendrá “El Carón” –Gómez Cazarín- y Samuel Huerta. Nueve días después de la publicación del video de “Pavuche”, lo asesinaron a las afueras de una gasolinera junto con dos personas más y hasta el día de hoy su crimen no ha sido esclarecido.
Estamos conscientes que como nueva “Fiscala” no va a proceder en contra de quién ilegalmente la llevó al poder. La operación de Gómez Cazarín para lograr los 38 votos, para que tomara protesta, los concretizó luego de “cabildear” –que significa pagar por que votaran a favor- con los diputados locales del Partido Verde y demás. Ahora con el cargo en la bolsa, tiene que “pagar” haciéndose la “ciega y sorda” en los casos en donde sus amigos y parentela -no honorable- estén señalados por actos deshonestos y criminales. Pese a su nula experiencia en el cargo, la “chamba” de su operador político, fue de suma importancia para llegar a un lugar que por méritos propios jamás soñaría alcanzar. Su currículum se lo arroja a la cara y la ausencia de los demás interesados a contender al puesto de Fiscal General del Estado, fue más que obvia de que el “tamal” estaba declarado.
Sabemos que una persona sin honestidad y sin ética, no le incomoda que el mundo entero sepa que es incapaz y deshonesta. El simple hecho de aceptar que su “honorable” nombre sea pisoteado de la manera que lo hace, nos da luz que es igual o peor que ellos. Es una lástima que la primera mujer a ocupar un cargo tan importante para el estado de Veracruz, sea vende patrias, deshonesta, incapaz de lograr un puesto por mérito propio y que necesite venderse como lo hace para sentirse “poderosa”. Y aunado a todo ello, una mujer manipulable que hace lo que los hombres le ordenan. Un títere. Denigra al género.
Sólo recuerde que lo que empieza mal, mal acaba. Ahí está Jorge Winckler Ortiz que tal parece le garantizó no sería perseguido, pues pese a tener una orden de aprehensión dicen las “malas lenguas” se encuentra “trabajando” en su bufete como siempre y usted supuestamente no lo encuentra; al final, tiene que esconderse como el delincuente que es. Así que ponga sus barbas a remojar.
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