Los acontecimientos de Sinaloa, deja un mensaje contundente y espeluznante. Evidencia la verdadera y cruda realidad, que vive la República Mexicana. Es importante advertir que dichos sucesos vienen arrastrándose desde el paso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional –cuando estos  estuvieron en el poder-, quienes estuvieron cocinando la estrecha relación de los capos con la política. Son los líderes de la delincuencia organizada quienes han pagado siempre las campañas políticas de ambas corrientes partidistas. Por ello, la abundancia y el dinero que ha imperado entre los candidatos del tricolor y el albiazul, son tan evidentes que han logrado los grandes fraudes electorales para luego, dejarlos operar con la tranquilidad que ellos requieren. Por ello, son tan poderosos actualmente, pues su extensión delincuencial la tienen canalizada ya a todos los sectores económicos de la población.

 Por ello, la impunidad con la operan. Por ello, pueden matar y desaparecer a una persona y la captura de sus “charalitos”, son para que estos también operen delincuencialmente en los diferentes penales en donde mantienen en jaque a tanto familiares como reos. Todo es un gran negocio.

 La llegada de Morena al poder no los responsabiliza de la situación en la que se encuentra el país, pero tampoco, los exonera de lo sucedido el día ayer en Culiacán. Su falta de pericia para implementar un operativo de gran calado; como era, el de capturar a uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, evidenció y se detectó su vulnerabilidad al ponerse fuera de control.

 En la conferencia de prensa ofrecida en Culiacán el día de hoy -municipio donde se sufrió la balacera el día de ayer y en donde, también se escaparon aproximadamente 20 reos- por parte del secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), Francisco Alfonso Durazo Montaño, se vio desangelada. El enojo del funcionario se veía reflejado en su rostro y su lenguaje corporal, se advertía que tenía una presión directamente proyectada de parte del presidente de la República. En las redes sociales se publicó información de medios de comunicación donde advertían que este había renunciado. Renuncia que al parecer no fue aceptada para que diera la cara sobre los sucesos.

 Es importante advertir que el servidor público fue ex vocero y secretario de particular del ex presidente de la República, Vicente Fox Quesada y además, también fungió como secretario particular de Luis Donaldo Colosio, cuando este último fue líder del PRI en 1989 a 1992 y en 1993 A 1994 cuando fue candidato a la presidencia de la República. Es decir el titular de la SSPC es parte del problema de corrupción en la que ha estado inmerso el país.

 Es decir, Durazo Montaño, tiene nula experiencia en seguridad y ello, se vio reflejado el día de ayer, cuando el operativo para capturar a Ovidio Guzmán López, se le salió de las manos, pues fueron rebasados por los miembros de la delincuencia organizada. Los hincaron al grado de tener que sopesar la detención y preferir devolvérselo pues se corría el riesgo de que corriera la sangre de gente inocente.

 A percepción personal, en el mañanero de Andrés Manuel López Obrador, su lenguaje corporal transmitía estrés y tristeza. No era para menos. El arrodillamiento que logró el hijo del capo preso en Estados Unidos al gobierno de la 4ª Transformación, no tiene precedentes. Lo sucedido en Sinaloa, es un ejemplo absoluto de que no tan sólo deben de ocupar puestos de relevancia en el gobierno federal la gente “honorable” o “honesta” –aunque este sujeto titular de una importante secretaría como es la Seguridad Pública, tiene todo, menos ser una persona honesta-, también se requiere de la capacidad y la experiencia para poder realizar una acción estratégica para capturar un “capito” aprendiz de narcotraficante,  quién se hace acompañar de un gran número de delincuentes con armamento totalmente superior al de las corporaciones policíacas, obviamente, que responden aun a las órdenes de su padre “El Chapo”.

 Hacer un operativo para capturar a un “capito” con tan sólo 35 elementos, en verdad, es la estupidez más evidente de parte Durazo Montaño. Definitivamente, su renuncia debería de estar en la mesa del presidente de la República. Pues evidencia su incapacidad para ocupar tan importante puesto.

Ahora bien, dicha situación tan penosa ahora es aprovechada por los poderosos delincuentes de cuello blanco, incrustados en el PRI, PAN y hasta en el PRD, junto con sus medios de comunicación a “modo”. En este momento, se encuentran aprovechando este exabrupto y están maquilando una campaña de odio en contra del actual presidente de la República, para abonar a la desestabilización social. Cuando son ellos los verdaderos culpables de que el país esté sumergido en la putrefacción social que actualmente padece México.

 Y vuelvo a reiterar. No exculpo a los “Morenos” de tan desafortunado desenlace en el norte de país. Su falta de pericia en la seguridad, hace pública sus incapacidades para dirigir una soberanía tan complicada como la mexicana. Pero si hay que exponer, que quienes con sus corruptelas y su relación tan estrecha con los grupos delincuenciales; son los verdaderos culpables de haberles abierto la puerta para que personas dedicadas al narcomenudeo, extorsión, secuestro, invasión de restaurantes, trata de personas, extorsión al transporte público, lavado de dinero, robo a casa-habitación, clonación de tarjetas, robo de autos, robo a transporte público y huachicol tanto en Pemex como en CFE; operaran con la impunidad que al día de hoy lo hacen.

 De acuerdo a un trabajo de investigación del colega Marcos Muedano del Excélsior, expuesto el 26 de noviembre del 2018, indica que en México mantiene seis poderosos cárteles, a los cuales hace una pequeña descripción:

 El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y Jorge Luis Mendoza Cárdenas, “La Garra”, es el grupo criminal con mayor presencia en territorio nacional, al tener bajo su control o disputarse el territorio en 25 de los 32 estados;

1. El Cártel del Pacífico, el cual, después de la detención y extradición de Joaquín El Chapo Guzmán, es dirigido por Ismael Zambada García, El Mayo; Rafael Caro Quintero; Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, estos últimos dos, hijos de El Chapo, así como Aureliano Guzmán Loera, El Guano, hermano de Guzmán Loera. Este grupo realiza operaciones ilícitas en 17 entidades del país;


2. El Cártel Nueva Plaza, dirigido por Carlos Enrique Sánchez Martínez, El Cholo, el cual se separó del CJNG luego del asesinato del colombiano Marcos Hernández o Alejandro Ruano, El Kartón;


3. El Cártel Tijuana Nueva Generación (CTNG), comandado por Alejandro Estrada, El Licenciado; Edgar Alejandro Herrera, El Zame;  Israel Alejandro Vázquez, El 50, y  Héctor Manuel Morales, El Gallero


4. El Cártel de Ensenada o La Barredora


5. El Cártel de Los Zetas originaron el surgimiento del Cártel del Noreste (CDN), dirigido por Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo, sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, este último ya detenido.*

 Pero de estos seis cárteles, se desprendan alrededor de 80 cédulas delincuenciales, que son quienes operan en todo el país. Todos ellos, con activa vinculación con políticos que mantenían gran poder antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República. Que unidos con los cárteles y al verse afectados en sus corruptas relaciones, son quienes se encuentran en literal resistencia en contra del actual gobierno. Es por ello, que es urgente, que Andrés Manuel López Obrador, ponga en el lugar del incompetente Arturo Madrazo Montaño, a una persona absolutamente acreditada para contrarrestar de manera estratégica operaciones de ultra inteligencia para desmembramiento de dichos cárteles. Obvio que le llevará años poder lograrlo.

 Andrés Manuel López Obrador debe dejar ya a un lado el romanticismo y el pago de compromisos. Este debe ya de erradicarse ese tipo de política y en verdad hacer un autoanálisis de su gobierno y ver, quienes están cumpliendo con la encomienda en sus cargos y separar de manera inmediata a esos que sólo se encuentran ocupando un puesto por intereses mezquinos y con la finalidad de enriquecerse. Tiene muchos, y en verdad, debe de operar de aquí en adelante con las mejores ofertas curriculares y de personas con capacidades realmente a prueba de todo; con experiencia y conocimiento en el encargo que le confiere. Hacer una limpia de vividores y corruptos, es de vital urgencia, comenzando con su Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Arturo Madrazo Montaño y terminando con la nefasta Rocío Nahle García y su súper delegado, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quienes sólo han llevado agua a su molino en el estado de Veracruz.

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