Sin contrapesos en el Legislativo, con un Poder Judicial que está a lo que ordene el señor Presidente y con un INE al que ya le puso el zapato en el cuello, el tabasqueño no tendrá problemas para ganar nuevamente el Congreso Federal y puede ir sumando para Morena las 15 gubernaturas en disputa. Porque de ese pelo es su poder y así será su intromisión.
¿Será capaz de atreverse a tanto? ¡Por supuesto que sí!
Andrés Manuel no ha sido un buen Presidente pero ha tenido una extraordinaria buena suerte. México es el tercer país a nivel mundial (solo debajo de Estados Unidos y Brasil), cuyo gobierno ha manejado de la peor manera la crisis del Covid-19. Y sin embargo, nadie le reclama.
En el lapso de 96 horas, es decir, del viernes 19 a ayer lunes 22 de junio, se contabilizaron 14 mil 637 contagios y hubo 2 mil 190 defunciones. El total de contagios hasta este lunes es de 185 mil 122 mientras que se suman 22 mil 584 defunciones. Y aquí no ha pasado nada.
México es una República violenta y una de las más inseguras de América Latina. En 48 horas se registró una masacre con 15 muertos en San Mateo del Mar, Oaxaca y fueron emboscados y asesinados cinco policías en Guerrero.
Como respuesta a la captura de la madre, hermana y prima de un sujeto conocido como El Marro, se desató la violencia en 13 municipios de Guanajuato donde hubo quema de vehículos, comercios y gasolineras. Y a eso hay que agregar que si en abril hubo 2 mil 926 homicidios dolosos, 73 feminicidios y 82 secuestros a nivel nacional, mayo no le fue a la zaga con 2 mil 913 homicidios, 69 feminicidios y 63 secuestros.
Es decir, estamos viviendo en el peor de los escenarios y en lugar de que el Presidente nos diga que va a inyectarle recursos a la salud para que disminuyan los contagios y las defunciones, en lugar de que nos diga que con la pena pero vamos otra vez pa´ dentro porque de lo contrario nos podemos morir, en lugar de que nos diga que va a duplicar los recursos para amortiguar la inevitable caída económica, nos sale con la jalada de que se va a convertir en guardián electoral y le va a quitar el silbato al INE para pitar el partido del próximo 6 de junio.
Si alguien piensa que con esto el tabasqueño busca la reelección, se equivoca. Andrés Manuel nunca se reelegirá porque es maderista y jamás traicionaría los postulados del prócer. Pero sí buscará el “alargamiento” de su mandato al conque de que “el pueblo me lo pide y el pueblo es el que manda”.
Y de esto a la dictadura hay un paso; un paso bien chiquito.
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