Oficialmente el gobierno mexicano no ha dado por cancelado el contrato que Peña Nieto otorgó a la española Iberdrola para construir la CCC Tuxpan, que produciría 1,200 MW, con una inversión de alrededor de 1,200 millones de dólares. La empresa tampoco ha oficializado su retiro del proyecto e incluso, hasta ayer mantenía gente trabajando en el sitio de obra.
Ayer miércoles medios nacionales abordaron el tema Tuxpan-Iberdrola y esto fue más que suficiente para que el gobierno de la Cuarta Transformación sintiera el golpe mediático y descubriera que, detrás de esta campaña, estaban los inversionistas españoles, el PAN y otros personajes de gobierno.
Días atrás Andrés Manuel ya había denunciado que Iberdrola estaba detrás de los ataques a su persona y su gobierno.
Tristemente, el primero que salió en defensa de AMLO fue el torpe e ignorante gobernador de Veracruz, quien solo quedó en ridículo al asegurar que había hablado con la Secretaria de Energía Rocío Nahle y que le había asegurado que la termoeléctrica si se hará, que vendría una nueva licitación y se daría oportunidad de trabajar a empresas locales.
Otro que también quedó como tonto fue el diputado tuxpeño de Morena José Manuel Pozos Castro quien se atrevió a asegurar que el gobernador Cuitláhuac García fue el gestor de la nueva termoeléctrica de Tuxpan, con una sola llamada a Roció Nahle.
Ni el gobernador, ni el diputado tienen la mínima idea de lo que implica cancelar un contrato internacional o lanzar una licitación internacional.
El director de CFE Manuel Bartlett se debe estar riendo de ellos.
Pero no solo Cuitláhuac quiso sacar provecho político a la controversial termoeléctrica de Tuxpan, también el senador del PVEM Manuel Velasco Coello, quien intenta convertirse en el “salvador”, al proponer un punto de acuerdo para que se exhorte a la CFE y a la empresa Iberdrola a llegar a una conciliación para rescatar la inversión.
El asunto ya se politizó con la intervención del PAN apoyando a Iberdrola y el partido Morena a López Obrador. El Partido Verde solo vuela como ave de rapiña, esperando apropiarse del despojo que dejen Morena y el PAN.
Quienes han mostrado indiferencia a la supuesta cancelación del proyecto de la termoeléctrica han sido los tuxpeños y no porque sean apáticos, sino porque saben bien que esto no los beneficiará en nada. Se asegura que se generaran 2 mil empleos, pero esto es una fantasía, porque las compañías subcontratistas siempre traen gente foránea.
Además, aun cuando Tuxpan ya produce más del 10 % de la energía del país, la CFE sigue cobrando una de las tarifas más caras. ¿Dónde están los beneficios de que se instalen aquí plantas eléctricas?
Los únicos que ganarán con la obra de la nueva termoeléctrica será algunos políticos, funcionarios de gobierno y los líderes sindicales, estos últimos se vuelven ricos con las cuotas de los trabajadores, sino pregúntenle al diputado José Manuel Pozos, porque él fue representante sindical durante la construcción de la Termoeléctrica López Mateos.
Queda claro que los españoles son expertos en el arte de la manipulación, la rumorología y la intriga. Pero esta vez cometieron errores, aun cuando lanzaron la piedra y escondieron la mano.
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