Insisto, la visita del Presidente López Obrador a la Casa Blanca estaba pactada desde finales de abril, justo en aquella charla donde Trump autorizó enviar a nuestro país ventiladores para enfermos con Covid19. Hubo varias “monedas de cambio”, y la más delicada, sin duda, fue el viaje de AMLO a Washington.

En ese tiempo, (cuando se acordó que López Obrador se desplazaría a EU), los números de Trump rumbo a la reelección no eran tan bajos como en este momento. Las opciones para el republicano son cada vez más lejanas, y a menos que ocurra una sorprendente remontada, el demócrata Joe Biden despachará en breve desde Washington.

Pero Trump no está muerto y podría dar un “campanazo”, tal como ocurrió hace casi 4 años, cuando el mundo creía imposible pudiera vencer a Hillary Clinton. Y ahí está justamente la apuesta del gobierno de López Obrador, (o al menos la que comunican los hechos): que el magnate gane y continuemos siendo uno de sus selectos “amigous”.

En el acuerdo con Trump había dos puntos inamovibles: que el primer viaje de AMLO fuera del país se realizara a Washington, y que, por supuesto, se efectuara en plena campaña electoral. Lo que hace el Gobierno mexicano no es más que cumplir el pacto, aunque el costo con los demócratas, (si es que ganan), puede ser muy alto.

La travesía de AMLO a Washington no es siquiera una visita de Estado, pues Justin Trudeau, el ministro canadiense, no asistirá aunque el asunto se haya ventilado como “reunión trilateral con motivo del T-MEC”, dado que a todas luces se trata de un evento que Trump incluye en su campaña de reelección.

En aquella charla donde todo se pactó no hubo algo a lo que AMLO se negara. “El que más habló fue Trump y dejó claro que habían trabajado tan bien juntos, que a México le convenía fervientemente hubiera reelección, pues no había mejor aliado para nuestro país que un EU republicano”, me dijo una fuente de Palacio Nacional.

El plan de Trump es muy claro: dirá (durante la conferencia de prensa donde le acompañará López Obrador), que ambos países trabajan muy bien, que seguirán haciéndolo igual en los años por venir, que AMLO “ha sido un buen tipo al salir por primera vez de su tierra para venir a la Casa Blanca”, y claro, “que México continuará pagando el muro”. Ojalá me equivoque.

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