Javier Jiménez Espriú amagó con renunciar desde finales del 2019, cuando el presidente empezó a acariciar la idea de poner en manos del Ejército y la Marina los puertos y aduanas del país. En ese momento el informe indicaba que las aduanas y puertos estaban infiltradas por el crimen organizado. De hecho, desde esos puntos se estaba dando el trasiego de drogas, pero además se estaban llevando a cabo negocios con los recursos naturales del país, como lo es el petróleo. Al presidente no le quedó de otra que confiar en el Ejército y la Marina para acabar con la corrupción en puertos y aduanas; como si los miembros del Ejército y la Marina fueran incorruptibles. En la carta que desde el día 17 de julio, Jiménez Espriú mandara al presidente López Obrador, le deja bien claras las razones de su renuncia: “El motivo que le he expresado personalmente es mi diferendo por su decisión de política pública de trasladar al ámbito militar de la Secretaría de Marina, las funciones eminentemente civiles de los puertos, de la Marina Mercantes y de la formación de marinos mercantes, que han estado a cargo de la SCT desde 1970”. Al parecer, Jiménez Espriú hizo intentos infructuosos para convencer al presidente de el error que se está cometiendo: “Lamento profundamente no haber tenido éxito en transmitirle mi convicción y mi preocupación sobre la grave trascendencia que considero tiene medida para el presente y el futuro de México, tanto en lo económico como en lo político”.
Armida Ramírez no tendrá problemas para echar de cabeza a Ana Gabriela Guevara, quien todavía quiere ser gobernadora de Sonora
Los asuntos caseros son los que hacen quedar mal al presidente López Obrador, quien ha declarado hasta el cansancio que en su gobierno ya se erradicó la corrupción; hasta se molesta el presidente si lo comparan con los gobiernos anteriores, a los que sí acusa de corruptos. Ana Gabriela Guevara tiene muchos asuntos pendientes desde hace meses, cuando la revista Proceso documentó las formas de saqueo por parte de la gente cercana de la exvelocista, funcionarios que ella había colocado, de su entera confianza. Pero más evidencia se dio cuando el responsable de la empresa Cocinas Industriales Multifuncionales de Calidad S.A. de C.V. (CIMCSA) demandó por extorsión a Armida Ramírez, la encargada de los moches de Ana Gabriela Guevara. La denuncia se extendió también a Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional del Deporte. De acuerdo con los primeros trascendidos, Armida Ramírez está soltando toda la sopa. Ya reconoció que ella envió a Edgar Álvarez, “Comandante Corona”, a recoger 2 millones 537 mil, suma que era parte de un soborno, razón por la que los representantes de la empresa están detenidos acusados de cohecho. Armida Ramírez reconoce que estuvo en comunicación con su pareja, Edgar Álvarez, y que el dinero era para entregarlo a Ana Gabriela Guevara. Pero Edgar desapareció con todo y dinero, y ahora ella está acusada de desaparición forzada. Claro, para salvar el pellejo, la señora no tendrá empachó para echar de cabeza a la medallista olímpica.
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