En la administración de Javier Duarte era menos peligroso ser domador de Tigres de Bengala que periodista. Cuando este sujeto dejó el poder dejó también tras de sí una estela de 17 periodistas asesinados. Ellos fueron Noel López Olguín, 1 de junio del 2011; Miguel Ángel López Velasco y Misael López Solana, ultimados el 20 de junio del 2011. Yolanda Ordaz de la Cruz, 26 de junio del 2011; Regina Martínez Pérez, 28 de abril del 2012; Gabriel Huge Córdova, 3 de mayo del 2012; Guillermo Luna Varela, 3 de mayo del 2012; Esteban Rodríguez Rodríguez, 3 de mayo del 2012 y Víctor Manuel Báez Chino, 14 de junio del 2012.
Además, Gregorio Jiménez de la Cruz, 11 de febrero del 2014; Moisés Sánchez Cerezo, 2 de febrero del 2015; Armando Saldaña Morales, 4 de mayo del 2015; Juan Mendoza Delgado, 30 de junio del 2015; Rubén Espinoza Becerril, 31 de julio del 2015; Anabel Flores Salazar, 8 de febrero del 2016; Manuel Torres González, 14 de mayo del 2016 y Pedro Tamayo Rosas, 20 de julio del 2016.
En el bienio de Miguel Ángel Yunes asesinaron a cinco periodistas: Ricardo Monlui Cabrera, 19 de marzo del 2017; Edwin Rivera Paz, 9 de julio del 2017; Cándido Ríos Vázquez, 22 de agosto del 2017; Gumaro Pérez Aguilando, 19 de diciembre del 2017 y Leobardo Vázquez Atzin, 21 de marzo del 2018.
En lo que va del gobierno de Cuitláhuac García han asesinado a tres: Jorge Celestino Ruiz Vázquez, 3 de agosto del 2019; María Elena Ferral, 30 de marzo del 2020 y este miércoles 9 de septiembre a Julio Valdivia Rodríguez.
Julio era corresponsal de El Mundo de Córdoba y cubría varios municipios (incluso de Oaxaca pegados a Veracruz) por lo que se trasladaba en una motocicleta. De acuerdo a versiones oficiales, sus agresores lo interceptaron y lo llevaron a la vía del tren a la altura de Motzorongo donde lo decapitaron. Su cadáver quedó sobre las vías mientras que la motocicleta quedó a un costado.
Y volvió a suceder que los compañeros salieron a las calles a protestar por este espantoso hecho y a exigir justicia; y volvió a suceder que la CNDH lo condenó y pidió su pronto esclarecimiento; y volvió a suceder que el gobernador Cuitláhuac García dijo que no se tolerará la impunidad, cuando la impunidad es la que sigue imperando.
Veracruz es uno de los estados más violentos para ejercer el periodismo y eso por desgracia no tiene vuelta de hoja. Ahorita está la alharaca de quienes se desgañitan diciendo que pronto encontrarán a los responsables, pero conforme pase el tiempo el crimen se les irá olvidando y Julio Valdivia pasará a ser una estadística más: el periodista número 29 asesinado en quince años.
Así de irresponsables y ojetes son las autoridades y así de indefenso está el gremio en Veracruz.
PD
Hasta siempre, querido Álvaro Belin. Hasta siempre, querido y entrañable amigo.
bernardogup@hotmail.com
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