Un amigo nuestro nos comentaba con mucha indignación, y preocupación, sobre la intensa actividad que se vive en centros de reunión de Xalapa, donde no toman en cuenta la pandemia del Covid y, sin respetar ninguna de las normas de higiene que se recomiendan para evitar que se siga extendiendo la pandemia entre la población, se dan cita por decenas, jóvenes y personas maduras, a echar chelas, a escuchar música y a convivir en lo que hoy conocemos como antros de donde seguramente a diario salen muchos contagiados de Covid que se suman a la estadística, quienes a su vez contagian a su familia y así, la cadena continúa poniendo en riesgo la vida de todos los xalapeños.
Y fíjese amable lector si no es para alarmarse: en 24 horas (el pasado sábado), se confirmaron 138 nuevos casos de Covid 19 en nuestro estado.
En el caso de la capital del estado que se encuentra en el segundo lugar de contagios, nos preguntamos: ¿Qué hacer ante estos actos de irresponsabilidad ciudadana y de tolerancia de una autoridad que ha demostrado no importarle el exterminio de sus “gobernados”?.
Se trata de un problema verdaderamente complejo que tiene que ver con la conciencia social, con la educación, con el sentido de responsabilidad y con la necesidad que tienen meseros, dueños de esos negocios, reinis (perdón no es homofobia pero así se les conoce en el mundillo político a estas trabajadoras sexuales) que llevan varios meses sin dar golpe y que son de los que si no trabajan no comen. Unos desesperados por regresar a la vida anterior de chupe, desmadre y “chiquitas” y otros, los trabajadores de estos giros, con la desesperación de no tener para dar de comer a sus familias decididos, como vemos, a jugarse la vida en un contagio con tal de obtener un ingresito para sobrevivir.
Y en medio de este complejo problema están las autoridades a las que les vale un cacahuate la salud de los xalapeños, si de ganarse una lanita se trata, nos referimos a los encargados del giro de comercio del ayuntamiento de Xalapa, que permiten que estos centros de reunión y contagio, sigan funcionando a cambio de una mordida, mochada o como le quieran llamar, y hasta se prestan a cambiar de giro los burdeles poniéndoles el apodo de “restaurante con venta de cerveza”.
Les compartimos un caso: Conocimos a un joven (46 años) administrador de uno de estos negocios que funciona en la avenida Ruiz Cortínez, muy cerca del PRI (otro antro). Coincidíamos con él comprando a la vuelta del burdel, chicharrones y carnitas todos los domingos por la mañana, entre ocho y ocho y media. Llegaba a bordo de un flamante carro del año acompañado por un par de esculturales mujeres (trabajadoras del negocio al que nos referimos) y se llevaba cuatro, cinco kilos de chicharrones, tres de tortillas, un litro de salsa y vámonos. Era el desayuno para quienes continuaban en el negocio chambeando, reinis, meseros y personal en general quienes comenzaban desde la tarde noche del sábado y a esa hora seguían porque los clientes no se iban.
Viene la maldita pandemia, les ordenan cerrar el burdel y comienza la tragedia. Curiosamente el negocio abre a los dos meses de iniciada la pandemia y de que se ordenó el cierre de esos antros, pero ahora con el atractivo de los juegos de azar (casino), dicen que retiraron los tubos donde las muchachas daban su espectáculo como Dios las trajo al mundo para deleite de los clientes, y se colocaron más mesas de la que había. El encargado de ese centro de diversión estaba feliz porque comentaba que tenía más clientela que en la modalidad anterior, que había más movimiento en el negocio y en consecuencia más ingresos; la angustia por las carencias se acabó… pero. Pero resulta que de momento se sintió mal nuestro conocido, presentó los síntomas del Covid, lo tuvieron que internar e intubar y en una semana de permanencia en el hospital falleció, y pasó a formar parte de la diabólica lista de miles de muertos que esta maldita pandemia se está llevando.
¿Qué hacer para tratar de evadir este gravísimo problema?: no hay autoridad que cuando menos oriente al ciudadano, que a los dueños de negocios como los antros y burdeles, se les apoye con algo y así los obligue a cerrar, por su bien y por el de todos, al contrario los extorsiona para dejarlos funcionar; muchos paisanos irresponsables no quieren entender que si el presidente AMLO no usa cubrebocas es porque le vale madre, pero no se puede tomar como ejemplo para imitarlo; cómo impedir las reuniones caseras, de cuates y familiares, que abundan los fines de semana, donde también se contagian… Ni como hacerle, esto es tan complejo que por más que se analiza no se le encuentra una posible solución. Nuestra realidad es muy, pero muy triste, nunca imaginamos que estaríamos así.
La basura de Morena
La mejor definición que hemos escuchado sobre lo que es Morena, nos la dio (obvio) el Diputado Federal Porfirio Muñoz Ledo, quien asegura que el Movimiento de Regeneración Nacional, conjugó todas las corrientes del país en contra de un sistema que ya estaba agotado y al que se tenía que derrotar, pero en esa gran ola se trepó mucha basura que es la que hoy causa daño al Presidente, y a lo que se pretende sea el más importante partido político del país. Muñoz Ledo decidió entrarle a la batalla por la dirigencia nacional de Morena (lo mejor que le pudiera pasar a ese instituto político es que él fuera el constructor del nuevo partido) por invitación de “varias” personas, no de una sola. Si pierde, dice que de cualquier manera gana, porque lo derrotarían con dinero.
Este político de 87 años, que ha transitado por cargos de importancia en el servicio público dentro y fuera del país, además de haber dirigido a dos institutos políticos, tiene claro que la contienda interna de Morena para renovar la dirigencia no es otra cosa más que el arranque de precampaña presidencial del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, paisano nuestro, de los veracruzanos, por su parentesco con los narcotraficantes Izquierdo Ebrard.
El objetivo de querer quedarse con el partido a través de Mario Delgado, afirma don Porfirio en entrevista con EL UNIVERSAL, es poder elegir a sus candidatos para el próximo año.
¿Sabe cómo va en la encuesta de reconocimiento?
—No, nadie sabe, porque es un procedimiento que dura hasta el 12 de octubre. Uno de los defectos es que nadie sabe nada y al final del día, tres encuestadoras, contratadas por el Instituto Nacional Electoral (INE), te dicen lo que pasó.
Este es un proceso muy irregular, ahí el Tribunal Electoral actuó, no diré que perversamente, pero está muy sesgado. Ya hacen camiones con espectaculares que parecen unos muros completos. Ya se vio. Quieren ganar con dinero.
¿Espectaculares de quién?
—De Mario [Delgado]. Camiones enteros con espectaculares gigantescos. Están acostumbrados a casarse con el dinero. Esto es como si fuera una campaña electoral, pero las campañas normales están reguladas por la ley.
Lo digo con frialdad, sin encono por nadie: Mario es del equipo del canciller [Marcelo Ebrard], es su segundo de abordo de toda la vida pública. Es evidente que esta es la precampaña de Marcelo [Ebrard], eso lo sabe todo mundo en este país.
REFLEXIÓN
Ahora resulta que la “Marceloca” quiere imponer a su comadre “María” en la dirigencia nacional de Morena, como avanzada rumbo al 2024. Muñoz Ledo se queja de la fuerte inversión que está haciendo el Canciller, en esta precampaña: “Me quieren ganar con dinero al viejo estilo priista” dice el ideólogo morenista. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com |