Así se propusieron que la UNAM participará, hasta que no quedó más opción que solicitar al Instituto Nacional Electoral (INE) el desarrollo de la misma, para con ello, contar con una fiel balanza, que fungiera de manera neutral, sin causar suspicacias.
Eso como era de esperarse no ocurrió.
La serie de dudas, señalamientos y acusaciones en contra de los mismos consejeros generales del INE brotaron como pus en medio de la descomposición del cuerpo inerte de un partido que hiede por lo podrido de su construcción.
Así con el paso de los días el proceso de consulta se desarrolló dejando como resultado el único de los escenarios que estimaron menos probable pudiera ocurrir, un empate técnico.
Previsor y experto de todos los procesos democráticos, el INE si contemplo en los lineamientos dicho escenario, dejándolo claramente explicado en las recomendaciones de la Encuesta Nacional, en el numeral décimo sexto que a la letra dice: “Nueva Encuesta resultado del traslape de intervalos de confianza”.
En dicho párrafo se especifica: “conforme al último párrafo de la base décimo cuarta, cuando no haya forma de afirmar que alguna candidatura tiene ventaja significativa sobre otra, con base en la metodología de la encuesta. Esta situación deberá informarse a la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos para que tome las determinaciones conducentes e informe a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la necesidad de ampliar los plazos de cumplimiento de la sentencia.
Y remata: “se sugiere acatar lo dispuesto en este documento”.
Pero como buen pirata, Muñoz Ledo faltó a su palabra al intentar arrebatar por asalto la dirigencia de Morena, pues él firmó un documento aceptando las reglas, mismas que ahora desconoce.
El mismo Porfirio sabe que su supuesto triunfo pírrico está basado en un solo resultado de tres que fueron las encuestas aplicadas, en donde la empresa encuestadora lo coloca con una mínima ventaja.
Con base en ello, el resultado obligará a realizar una nueva encuesta, solo que esta ya “face to face” (cara a cara) en donde se habrá de ver de qué cuero salen más correas.
En Veracruz, el temor de un segmento de Morena (al menos así lo exhibe Esteban Ramírez Zepeta y la obscura mano del secretario de Gobierno, que le mece la cuna) los ha llevado a reaccionar de inmediato levantándole la mano a Muñoz Ledo por el temor de que Mario Delgado los lleve a juicio e incluso los expulse del partido por su alejamiento de los principios fundacionales.
Aquellas máximas de no mentir, no robar y no engañar al pueblo de México quedaron en el baúl de la ignominia, pues el intento de tomar por asalto la dirigencia tanto nacional como estatal quedan nuevamente en evidencia.
La urgencia con la que se mueven es la confirmación de que se saben derrotados y no encuentran modo, más que arrebatando cuales corsarios la elección.
Por el contrario, la mesura de los aliados de Mario Delgado en la entidad, -de la mano del diputado federal Jaime Humberto Pérez Bernabe- habla y confirma de qué lado se coloca la razón legal, jurídica y moral. https://fb.watch/130zOkQEMz/
Morena no puede ni debe definir su nueva dirigencia por asalto.
Sextante.
El que anda muy movido es Antonio Gómez Anell quien teje fino buscando consumar una posible coalición entre PAN, PRI y PRD en pos de la candidatura por la alcaldía de su municipio Teocelo... en donde las actuales autoridades han construido un bloque de respaldos pero en contra ante el pésimo trabajo de su actual presidente municipal Mario Chama, quien obsesionado por el poder pretende convertir el ejercicio público municipal en una especie de monarquía abdicando al término de su mandato en su heredera, quien ya cabildea apoyos y recursos públicos a favor de su candidatura... la obsesión de poder confirma que el que nunca ha tenido y llega a tener... loco se quiere volver.
Al tiempo.
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