La Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (CEAPP) nunca ha tenido relevancia, siempre se ha sometido al poder. No funciona porque desde su creación fue hecha para taparle el ojo al macho, no para ser una comisión efectiva que en realidad proteja a los periodistas. Desde la creación de la CEAPP hace 8 años, han seguido hostigando periodistas, han seguido acosando periodistas, han seguido matando periodistas. La CEAPP es tan disfuncional, tan aberrante, que el funcionario que, en el actual gobierno, más ha amenazado periodistas, es el que va a elegir a los nuevos miembros de la CEAPP. Ha Éric Cisneros, quien amenaza periodistas por medio de sicarios pagados, tendrá mano libre para decidir quién va a cobrar en la CEAPP. Porque eso es lo que buscan aquellos que ya se apuntan a esta inútil comisión, un sueldo que los saque de este atolladero. Por supuesto, los verdaderos periodistas siempre han estado ajenos a la CEAPP, conscientes de que recibir un sueldo por parte del gobierno, limitaría su libertad de expresión. Usted lo puede ver. ¿Quiénes son los que se apuntan pata la CEAPP? No son los líderes de opinión de este estado; no son los que forjan criterio, no son los que mueven los cimientos de este gobierno corrupto.
¿Duarte se robó el dinero de los Centroamericanos? Por supuesto, pregúntenle a David Velasco que más se robó
El periodismo serio veracruzano estuvo denunciando en su momento el saqueo de los recursos para la realización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014. Ahora, el gobierno federal, con tal de poner un ejemplo del mal uso de los fideicomisos, saca a la luz el saqueo que duarte realizó de los recursos del fideicomiso para la realización de estos juegos que eran mil 873 millones de pesos. “Al día de hoy se desconoce el destino y uso final de $867 millones de pesos, (el 44 por ciento), no existe ninguna documentación”, señala José Antonio Lima, director de Canal 11. El mismo funcionario acusó: “Se asignaron recursos de obras faraónicas como el palco presidencial del estado Luis Pirata Fuente, la remodelación del centro de negocios World Trade Center (WTC), en Boca del Río, No se realizó una valoración técnica de las obras por $684 millones y se adjudicaron mil 308 millones sin apego a los requerimientos normativos del gobierno federal”. Quien debe saber muy bien en qué se gastó todo ese dinero Javier Duarte, cómo lo asignó o en una de esas a qué cuentas fue a parar, es el aspirante a la alcaldía de Xalapa, David Velasco, quien entonces se ostentaba como director del Comité Organizador de Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.
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Beatriz Gutiérrez Müller se “afififa”; aparece en la revista Hola. “De su cita literaria con Brigitte Macron a su emotivo encuentro con el papa”
Si hay una revista en México que se pueda considerar el escaparate de la vida fifí en México, esa es la revista Hola. Por las páginas de esta revista ha pasado lo más granado de la sociedad mexicana: empresarios, damas de sociedad, gobernadores, esposas de gobernadores, funcionarios públicos, artistas. Pero también han pasado estafadores como Juan Collado, así como narcotraficantes y hombres de negocios que se dedican al lavado de dinero. Nadie esperaría que la Cuarta Transformación, aquella que pregona una pureza de sangre corrupta, habría de aparecer en las páginas de esta revista; sin embargo, sí aparecen. César Yáñez tuvo que pagar las consecuencias por promocionar su boda con Dulce Silva en Hola. Pero eso era antes, ahora la esposa de Andrés Manuel López Obrador no tuvo empacho en aparecer en la revista de la sociedad fifí, es decir, nuestra Gutiérrez Müller se nos está “afifiando”. En las páginas interiores se ven fotografías de la esposa del presidente con Brigitte Macron y con el papa Francisco. Los lemas que acompañan esas fotos son: Durante su primer viaje al extranjero como esposa del Presidente de la República; “Beatriz Gutiérrez Müller. De su cita literaria con Brigitte Macron a su emotivo encuentro con el papa”; “La señora Brigitte Macron y yo conversamos de muchos temas después de participar en una lectura pública. ¡Cuántas cosas en común! |