El pretexto para retener los sueldos es poco claro y falaz. De la Cruz Garnica argumenta que los trabajadores no entregaron en tiempo y forma sus documentos para cotejar sus perfiles profesionales. Pero esto es una mentira ya que la documentación se entregó vía electrónica desde el 2019.
Los cuatro trabajadores (cuyos nombres omito por razones fáciles de entender), tienen sus plazas desde hace más de diez años y en uno de los casos son casi veinte años de antigüedad. Sus expedientes están limpios de faltas administrativas y acudían a su trabajo en los horarios dispuestos por sus jefes inmediatos.
Es decir, no se trata de “aviadores sindicales” como lo ha difundido De la Cruz Garnica. Existen pruebas y testimonios de que cumplían con su trabajo y no se iban a rascar la barriga a sus oficinas.
Para colmo, dos de ellos padecen enfermedades que si no siguen un tratamiento médico oportuno, pueden degenerar en una desgracia. Una de las afectadas es una mujer que padece EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), con fibromialgia y cardiopatía. Y el otro es un hombre con cáncer por un tumor maligno en el intestino delgado con metástasis a próstata.
¿Qué van a hacer sin los tratamientos que les proporcionaba el ISSSTE?
Reitero, los cuatro trabajadores (afiliados al SUITCOBAEV, sindicato que lleva su defensa jurídica), fueron dados de baja de forma arbitraria por la dirección administrativa que ignoró los procesos que en este caso debe realizar la dirección jurídica del COBAEV. Es decir, De la Cruz Garnica aplicó la “Ley de Herodes” al arrancar hojas de las leyes establecidas.
Por donde se le mire, esto es un abuso de autoridad y si tantito me apuras lector, un acto criminal, porque peligra la vida de dos empleados que necesitan atención médica para recuperar su salud y se las están negando.
Con su actitud a todas luces deleznable, Alejandro de la Cruz hace quedar mal a dos personajes. El primero es su jefe inmediato Andrés Aguirre Juárez, que cobra como director del COBAEV pero en realidad funge como un pesado florero. Tan pesado, que podría caer en omisión y daño patrimonial al dejar que su director administrativo cometa atropellos ignorando las leyes básicas.
Y el segundo es Eleazar Guerrero Pérez, el poderoso subsecretario de Sefiplan (y primo hermano del gobernador Cuitláhuac García), quién es en realidad el patrón de Garnica. Éste por su parte hace quedar muy mal a Eleazar al querer acaparar plazas del COBAEV a la mala.
El Secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Escobar tiene otra historia acerca de este caso, le hicieron creer que los cuatro trabajadores despedidos injustamente son “aviadores” cuando no es así.
Por ello, el propio Zenyanzen podría ser acusado de daño patrimonial si los trabajadores ganan las demandas que han interpuesto y la SEV tenga que resarcirles sueldos, prestaciones y aguinaldos.
Y a todo esto, ¿quién es Alejandro de la Cruz Garnica Fernández?
Es un resabio del PRI que jamás figuró en ese partido, pero encontró su “bolita” en Morena. Gracias a ello fue nombrado director administrativo del COBAEV a pesar de su nula experiencia en el ramo educativo.
De él se hablan pestes en el Colegio de Bachilleres por el trato injusto, grosero y hasta soez que da al personal y porque siguiendo la línea trazada por la 4T, ya incrustó a una sobrina de nombre Fabiola en la nómina de esa institución educativa.
De seguir como va, De la Cruz Garnica está en camino a perder cualquier posibilidad de avanzar políticamente como es su obsesión. Si la justicia existe en Veracruz podría no estar lejos su inhabilitación, cese o algo más grueso, por los atropellos e ilegalidades que ha cometido junto con su equipo de asesores, tan ignorantes como él.
Por lo pronto las denuncias avanzan y quién sabe, quizá más temprano que tarde le pueden llover al funcionario las malas noticias; muy malas noticias. Y a ver como detiene el aguacero. bernardogup@hotmail.com |