El pasado fin de semana para no romper con la tradición de sus clásicas expresiones, Andrés Manuel expresó, palabras más, palabras menos lo siguiente: que las energías limpias eran un sofisma utilizado por los neoliberales para culpar a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de ser contaminantes y así poder apoyar la reforma energética.
Expresión que hace suponer que no sabe que es un sofisma, lo que no es de extrañar por la falta de cultura que ha demostrado durante gran parte de sus intervenciones -lo que es muy vergonzoso y lamentable- o que realmente no le interesa decir la verdad sobre los asuntos que aborda, por importantes que estos sean, que es otra de las características en casi todas sus inte
Pero sea cual fuere el motivo de su expresión, la realidad es que está poniendo a México en una situación muy compleja nacional e internacionalmente, tanto en materia económica y legal, como en el combate al cambio climático.
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Por lo que corresponde a la cuestión económica y jurídica. Desde hace ya varios meses ha sido este país, motivo de demandas de varios de los países de la Unión Europea, por el atropello al estado de derecho que el gobierno de la ridículamente llamada cuarta transformación (4T) ha cometido con las empresas europeas generadoras de energías limpias, que ya estaban operando aquí desde antes de que iniciara su fracasada administración y otras que ya instaladas y a punto de iniciar actividades suspendió, sin razón alguna. Con lo que violentó los contratos que estaban vigentes.
El pretexto, sin fundamento alguno, es que lo hace la 4T para proteger a la industria eléctrica nacional y que resulta más económica la energía producida por la CFE en plantas a base de combustóleo, energético del que México es deficitario en su producción y lo tiene que importar y por tanto resulta mucho más caro producir cada kilowat/hora, que cuando la generación de electricidad es a través de energía eólica o solar, además del daño que produce al medio ambiente la producción de energía eléctrica por medio de combustibles fósiles, como son los derivados del petróleo.
Lo anterior sin entrar a fondo en el tema del carbón, producto que ya a nivel internacional no se utiliza por su alto grado de contaminación, pero que desde el inicio de la administración morenista, ha tomado solamente en este país un gran auge en la producción de electricidad, con el pretexto de beneficiar a los productores de este material, siendo que el principal es un compadre de Andrés Manuel, que actualmente es senador de la República y coincidentemente forma parte de la Comisión de Energía de la actual Cámara de Senadores, coincidentemente también por parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Ya para finalizar, sin tocar a fondo el problema que sus declaraciones causaron con la empresa española Iverdrola, que anunció hace dos días por las insolencias presidenciales, suspender inversiones por más de 5 mil millones de dólares y por consiguiente un gran número de creación de empleos. Ahora también tenemos la queja que los legisladores estadounidenses hicieron a su “su gran amigo” -así lo califica Andrés Manuel- Donald Trump, sobre las violaciones que está haciendo al T-MEC, en materia energética, al no ser equitativo en las contrataciones, pero que niega existan. A lo que extrañamente también comento, que las cosas seguirán como van, y que de ser necesario hará una reforma a la Constitución para que continúen así. A lo que sería muy interesante, alguien de su torpe consejería jurídica el explicara cual es la jerarquía que tienen los tratados internacionales en la aplicación de las leyes en nuestro país. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el lunes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Vier. 30-oct-20)
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