Aunque no se quiera, el problema de que si ajustician o no a Javier Duarte de Ochoa, a los presuntos funcionarios involucrados y les quitan el poder político a los fidelistas (porque la suspensión de los derechos priistas parece un circo) o los dejan hasta el  30 de noviembre, el movimiento de aspirantes tricolores en el estado para las presidencias municipales se mantiene estático, no hay ni al 20 por ciento de la jiribilla a lo que estamos acostumbrados.

En otros tiempo, terminando una elección o antes ya se encontraban los revolucionarios caminando de manera subterránea y otros muy abiertos, porque decían tener el apoyo del gobernador, le daban duro y tupido, inventando cumpleaños y otras festividades para posicionarse y causar el efecto que ellos serían los próximos señores feudales, hoy es diferente.

Muchos están a la espera. Al único político al que se acercan los priistas es a Pepe Yunes; al único que ven con espolones y viable para tomar el control de la entidad, por lo que se aparecen en los eventos a los que acude el parlamentario o hacen fila en el Senado de la República, donde con educación recibe y escucha a todos por igual.

Pero nadie acude al grupo Fiel-próspero, esta opción la reservan por si se les endereza el barco (casi imposible), en los intentos que se tendrán que dar para sacar los candidatos a las 212 alcaldías, preámbulo de la elección presidencial, gobernador de Veracruz, senadores, diputados federales y locales, pero mejor se esperan por aquello de que pudiera en unos días apestar el decir haber pertenecido o simpatizado con este gobierno.

Y aunque se conoce quien es quien en cada lugar, se sabe que la lucha por las presidencias municipales para el PRI se van a dar en franca desventaja, teniendo a un gobernador de oposición y ganar será doblemente difícil y de mayor inversión.

Solo aquellos que tengan una buena imagen, que hayan trabajado bien por su lugar de origen podrían tener una posibilidad, porque los advenedizos están en chino.

Pero eso de que se suelte el control político en la entidad se debe de dar a la voz de ya. Del altiplano deben mandar una señal de quien tome las riendas del revolucionario institucional y no hablamos precisamente de un cambio en el comité directivo estatal, hablamos que desde el centro digan de qué manera, como y quien llevará las riendas de un partido, en el que los veracruzanos solo convergen con el oriundo de Perote, alguno que otro con Héctor Yunes y nadie más, porque Motita (Como le decía Fidel), Carvallo, Lagos, Abdala, Silva, entre otros, servirán más apoyando desde lo oscurito, o mejor que no se metan.

ANTONIO LUNA, CON SUS CARDENISTAS

De todos los partidos llamados “Pequeños”, el único que no quita el dedo del renglón y sigue reagrupándose es el Cardenista, donde el cordobés Antonio Luna Andrade,  sigue en pie de lucha.

 Una vez pasada la elección, se dio a conocer los partidos que presumiblemente perdieron el registro y en honor a la verdad se acostaron a dormir incluyendo a Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo que por disque ser nacionales continuaran electoralmente vigentes.

Pero Toño Luna, pese a que se dio un movimiento de inconformidad en contra del sistema que gobierna y los arrastró en los resultados, sigue en un proceso de trabajo intenso, exigiendo que les cumpla el gobierno a sus representados.

Efectivamente, después del 5 de junio usted no puede señalar un partido que siga defendiendo a los ciudadanos, principalmente a sus agremiados o simpatizantes, simplemente ganaron o perdieron y adiós a los que les dieron el voto.

Toño Luna Andrade,  volvió a colocar cientos de cardenistas frente a palacio de gobierno para exigir a las autoridades estatales les cumpla con diferentes compromisos sociales que tiene para con su organización…Eso hace el dirigente cardenista, mientras los demás piensan solo en la elección del 2017.

Es todo para información y quejas a…cordobaaldia@hotmail.com