Tengo muchos ayeres y desde que era niño escuchaba que el inicio de año se vivía la cuesta de enero, eso tenía su explicación, había derroche para las fiestas navideñas y de fin de año. La crisis no impactaba tanto los precios subían moderadamente y las cosas que subían al ser inalcanzable para la gran mayoría pues no les inmutaba se aceptaba sin chistar, ya se sabía que los productos de por si no los íbamos a obtener eran reservados para los ricos, así que el pobre solo escuchaba, al estar acostumbrado a vivir en la miseria y la mediocridad.
En estos últimos sexenios la crisis ha empezado a ser factor para la conducta de la sociedad, con el mínimo de libertades que se ha alcanzado, la voracidad hace que querramos disfrutar todo a manos llenas y al no poder accesar a ellas produce irritación, no hay salario que nos alcance, pues con lo mínimo queremos alcanzar lo máximo, deseamos tener casa de lujo, carro último modelo, comer bien y si es en lugares de medio cache mejor, tener hijos en escuelas particulares, ropa y zapatos de marca, acorde a la tecnología celular grande con mil aplicaciones, viajar en primera clase o en avión, siguiendo la directriz que marcan las televisoras en sus programas de diversión y entretenimiento.
Así que ahora no solo es cuesta de enero, todo cuesta más en enero y sigue el aumento todo el año, no es una cuesta es un asalto al bolsillo para doblar con un golpe en el estomago al que se quiera sublevar y no aceptarla subordinación ¿Alguien podría detener esa acción criminal de encarecer los precios? Y no solo encarecerlos, especular con los productos para intimidar a la población a que el sentir de la sociedad sea que cuando menos existan los producto aunque se caros, porque estamos escuchando que no habrá gasolina, no obstante el aumento, sino que el liquido que mueve a este país se escaseara, ya hemos vivido la especulación cuando han escondido el frijol, maíz, azúcar, huevo para elevar su precio, y si la gasolina es escondida habrá desesperación y a gritos se pedirá sin importar que sea a precio de oro ¿Qué no?
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