Ironías aparte, se corre el riesgo de hacer públicas a personas en su patrimonio y ponerlos en una situación de vulnerabilidad ante la delincuencia organizada.
El Director del IPE, Hilario Barcelata, seguro intempondrá algún amparo para evitar el desatino, a menos que sea de su interés participar en la quemada colectiva de los pensionados popofs.
En fin, a ver si la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en este caso, no está peleada con la Ley Federal de Protección de Datos Personales.
Mientras… ¡Cuidado, muuuuuucho cuidado! |