Pero no pasaron ni 48 horas para que Anaya y Barrales renunciaran a las dirigencias del PAN y el PRD (respectivamente) para inscribirse como precandidatos a la Presidencia y al gobierno de la CDMX.
Tampoco es para espantarse, finalmente todos lo sospechaban. Cuando menos López Obrador no se anda con dobles tintas, pero en “Por México al Frente” se llevaron tres meses en los estirones y aflojes para consumar lo que todos ya sabían, y es que en realidad les importa una pura y dos con sal la visión de futuro… lo que les interesa es ser candidatos y de ahí, Dios dirá. |