Por otra parte, la exigencia de los regidores es que el ayuntamiento revise las finanzas y el manejo de la pasada administración municipal, y en su caso que se presenten las denuncias correspondientes.
No es usual que a un alcalde se le termine tan pronto la luna de miel, por lo que se exhibe no solo la descomposición administrativa heredada por Caballero Rosiñol, sino también que se necesita tener mucha capacidad política y administrativa para gobernar un municipio tan grande e importante.
Estamos seguros que al final Carranza Rosaldo sacará la casta, porque ahora cuando menos, le está lloviendo en su milpita.
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