La eterna crítica a los partidos políticos ha sido el enorme dispendio económico en sus prerrogativas (bueno, eso y los plurinominales, la corrupción política, los chapulines, los millones de spots, las larguísimas campañas políticas, y otros etcéteras).
Al respecto, quienes le están entrando al toro por los cuernos es Morena al proponer en el Congreso de la Unión que se recorte a la mitad el financiamiento de los partidos, con lo que éste pasaría de 4,713 millones de pesos a 2,356 millones a partir del 2019.
En la exposición de motivos se lee que el “objetivo de esta reforma es recomponer el sistema de financiamiento público de la democracia electoral y esto pasa necesariamente por reducir los montos de los gastos permanentes de los partidos políticos, disminuyendo a su vez el costo excesivo de las campañas… el sistema de financiamiento de los partidos y campañas que se estructuró en los años 90, formó una espiral perversa de dinero que ha contribuido a ensanchar la corrupción política”.
|
Y es cierto, es un insulto a la ciudadanía que los partidos políticos se sirvan con la cuchara grande.
Ahora sólo falta ver si los diputados actuales del PAN y PRI (que son quienes decidirán el tema), principalmente, se avientan el toro de darse un tiro en el pie y muestran congruencia, o si se aferran a los últimos resquicios de poder económico que les permitiría seguir a flote. |