El principal remedio para la enfermedad es reconocerla, lo que el priismo se niega hacer.

Los diagnósticos del PRI achacan la estrepitosa derrota sufrida en las pasadas elecciones a los efectos, pero olvidan las causas sobre todo dos de nivel mortal para cualquier partido político.

1)   El abandono por casi 6 sexenios de las causas populares en aras de un modelo neoliberal injusto.

2)   Avalaron y se beneficiaron de la corrupción de sus compañeros de partido en el poder.

En ese tenor el escrito de hoy de Mario Lozano Carbonell es contundente:

‘Claudia (al tomar posesión como presidenta del CEN del PRI) llamó cínicos y abusivos a quienes dañaron al partido. No tuvo los arrestos para decir los adjetivos que se merecen: ladrones, corruptos, sinvergüenzas.’

‘Nunca los señalaron, nunca los denunciaron, voltearon a otro lado y se hicieron mensos, mientras gobernadores, alcaldes, legisladores y servidores públicos, cometían actos de corrupción que los medios y las redes sociales registraban y denunciaban’.

Lea aquí la columna ‘Sin Censura’ de Mario Lozano Carbonell http://politicaaldia.com/vercolumna.php?id=88262