Un escándalo nacional ha causado la nota publicada por el diario Reforma en la que da cuenta que el Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto, a través de la Secretaría de Gobernación -de Alfonso Navarrete Prida-, otorgó a Carlos Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, un permiso para la apertura de un casino que se ha informado por otras fuentes iniciará operaciones en Yanga, Veracruz.
En el año de Hidalgo de un sexenio sellado por la corrupción, a la SEGOB le bastaron solo dos meses para autorizar ese permiso solicitado el 15 de agosto y dado el 13 de septiembre. Es decir, fue un permiso fast track que sienta el precedente administrativo para que TV Azteca le entre de lleno al fomento de la ludopatía que ha dejado a tantos mexicanos en la ruina. Obvio que a Ricardo Salinas Pliego no le importa para nada sacarle el dinero a Yanga, un pueblo pobre, lo que le interesaba es que le abrieran la puerta al mercado de las apuestas.
Lo mismo pasó en el 2005, cuando a unos días de dejar la titularidad de Gobernación, Santiago Creel, con la obvia autorización del Presidente Vicente Fox, le otorgó permiso a la otra televisora Televisa, para abrir 65 casas de juego en el país. |