Reconforta leer casos como el que narra hoy Salvador Muñoz. Hay casos en los que para muestra basta un botón:
‘Hace como un año, Ricardo Ahued se presentó a solicitud de algunos vecinos. Le explicaron el problema (calle llena de baches) y quedó en atenderlo. Al día siguiente, un ingeniero llegó con otras personas y empezaron a tomar medidas y hacer trazos. A las pocas horas, llegó una maquinaria, …. “Mano de chango” … y empezaron los trabajos. No creo que hayan tardado dos semanas en la reparación… crearon un alcantarillado que desahogara las corrientes de agua de las lluvias hacia el parque, para que esa calle se volviera eso, una calle’…’La calle se abrió… no, no hubo banderazo, no hubo inauguración fastuosa, no estuvo Ricardo Ahued…
¿Por qué Salvador sólo cito el nombre del hoy senador?… porque cuando ocurrió eso, Ahued ni era senador, ni diputado, ni candidato… era simplemente una persona a la que los vecinos acudieron como última instancia para ver la manera de resolver un problema ante la pasividad de las autoridades municipales… a ciencia cierta, desconozco qué respuesta les haya dado Hipólito Rodríguez Herrero a los vecinos o si acudieron a él, pero el que resolvió, fue Ahued.
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