Calma señores, la campaña política ya terminó y hoy los dos gobernadores tienen cada uno sus propias responsabilidades y están obligados a comportarse a la altura.
A todas luces las dos posturas de intransigencia son irresponsables pues han puesto a miles de familias a comerse las uñas y a incrementar la incertidumbre que ya viven miles de empleados de gobierno que no tienen nada que ver con la política y pleitos personales.
Parece juego, pero no lo es. Se trata del sustento de miles de familias y un derecho laboral inexcusable. La obligación del gobierno saliente debió ser la de calcular en el Presupuesto 2018 los mencionados compromisos y sobre la base de 13 meses… Es la costumbre de cada fin de gobierno.
Señores, dejen de comportarse como niños pues ambos tienen razón en sus posturas pero saben que no se traspolan. Sean adultos e institucionales, maduren; no le echen gasolina al fuego. |