‘Entiendo su decisión de no reunirse con el gobernador de Veracruz; pero él no es el estado ni su sociedad. Sería útil, como en otras entidades, se reuniera con representantes populares, junto con @CuitlahuacGJ, para construir un nuevo destino’.
Si el escrito se analiza bien y a fondo, notará que Héctor hizo chuza con esas cuantas líneas.
Una fina carambola de tres bandas: primero le endilga al gobernador Yunes Linares la responsabilidad de que Veracruz haya sido sacado de la agenda nacional del agradecimiento; después se le adelanta al gobernador electo, pues debió ser éste quien intercediera de la misma manera por Veracruz; y para terminar se alza como la primera voz que con autoridad se escucha desde las apaleadas trincheras priistas, que como perros sin dueño no cesan de llorar por todos los rincones.
No cabe duda que los líderes no solo nacen, nacen y se hacen. Vivillo el Héctor, ¿No creen? |