Se ha festinado públicamente que el presupuesto federal 2019 alcanzará para todo y que se podrá, como por arte de magia, aumentar gastos y disminuir ingresos. Esas dos expresiones políticas racionalmente resultan ingenuas, heroicas o temerarias, dadas las necesidades sociales crecientes y el estancamiento secular experimentado por México en los casi últimos treinta años.
La expresión es ingenua, además, porque los presupuestos públicos urbi et orbi son insuficientes para atender las demandas y aspiraciones sociales.
Finalmente, porque para crecer económicamente se necesita invertir productivamente, en tanto el creciente gasto público social pretende paliar tal olvido.
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