Dicen que se quiere llevar, a tres días de que termine su gestión, los motores, acumuladores y marchas de la maquinaria que hace meses está parada por falta precisamente de mantenimiento; sin saber si la idea es hacer su agosto o dejarle inoperante a Cuitláhuac García el parque vehicular.
Los trabajadores enterados de esto y de lo que les va a venir una vez que inicien las auditorías de diciembre, se han negado a cumplir las órdenes de Morales Zambrano, puesto que ya en otras ocasiones ha hecho lo mismo y nadie sabe a dónde fueron a parar las piezas que se han quitado a las máquinas.
Fue por ello, aseguran, que le pidieron que les diera la orden por escrito señalando nombre de las máquinas, número de serie y la pieza específica a quitar; a lo que el funcionario se niega, por lo que desde hace días los insulta, los menosprecia y los amenaza con levantarle actas de incumplimiento.
Dicen también que denunciarlo ante sus superiores es perder el tiempo, pues ya lo han hecho y los tiran a locos.
No cabe duda de que la voracidad no tiene colores ni partido.
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