Lo más delicado del tema es que el alcalde insinúa en sus declaraciones públicas que la intervención de SSP del Estado ‘le genera muchas sospechas, muchísima desconfianza, cuando hemos tratado incluso de coordinarnos siempre’.
¿Qué sospechas le genera al alcalde? ¿Desconfianza de qué o de parte de quién? El alcalde no solo debería externarlo públicamente sino que también debería hacerlo ante la Fiscalía General del Estado de Veracruz pues sospechas y desconfianzas implícitamente podrían tener su origen en delitos qué investigar.
Lo mismo en los otros municipios donde el lío de la detención de policías municipales han querido escalarlos incluso hasta el gobierno federal. Lo cierto es que las policías municipales no se han caracterizado por ser un dechado de virtudes y en la mayoría de los casos son los eslabones más débiles de la cadena de mando y fácilmente filtrables. |