Quizá los que tengan razón sean los que están directamente relacionados con el trabajo de la burocracia, pues sabido es que los aumentos de salarios generales en nuestro país no son más que una especie de compensación por la pérdida del poder adquisitivo y no por estímulos a la productividad y el rendimiento, aunque también sabido es que estos últimos programas sí están contemplados en el presupuesto público, pero en realidad son pocos los que lo reciben, pues aún en la 4T prevalecen las preferencias unilaterales de amistades familiares, de partidos políticos o por subordinación.
Y bueno, sea que unos tengan razón o no, los datos del Acuerdo entre la Secretaría de Hacienda del actual Gobierno de la 4T y los sindicatos representados por Joel Ayala son los siguientes:
- El aumento salarial y de prestaciones será del 5.75% que se aplicará a más de un millón 200 mil servidores públicos.
- El aumento será retroactivo pagadero del 1 de enero del año en curso y se sigue negociando un BONO SEXENAL que se otorgaría en noviembre.
Las negociaciones van muy avanzadas, se dijo en las mesas y además que el BONO se entregará en vales de despensa para evitar que sea causante de impuestos, genere efectos inflacionarios y se estimule el consumo interno.
Y pues aunque estas medidas quizá no causen aplausos generales -pues bien sabido es que ningún salario alcanza- no hay más que dedicarle un par de banderillas y la mitad de una torta de huevos en honor a la austeridad republicana. |