En México, al parecer, ultrajar a las autoridades es cosa fácil y si los policías se defienden, repelen agresiones, o ellos sacan sus armas, es más probable que terminen de patitas en la calle a que los que agredieron terminen en la cárcel.
En esas puertas giratorias que se han convertido los juzgados, los delincuentes y sus abogados saben muy bien cómo buscarle la vuelta a sus delitos y son impunemente dejados en libertad.
Vea Usted el video que publica Ciro Gómez Leyva y diga Usted si no da coraje el grado de impunidad de los malhechores y la tremenda indefensión en la que se ve están los policías. No se trata solo de que tengan o no el valor los policías de repeler una agresión, sino que incluso, si lo hicieran, es muy probable que ellos terminen encarcelados pues no tienen marco legal que les permita actual.
Ahora bien, en Veracruz se intenta, con el delito de “Ultrajes a la autoridad”, de que precisamente este tipo de escenas no se vean. Si eso hubiera sucedido aquí en Veracruz, a la persona detenida se le adjudicaría el delito de Ultrajes a la autoridad, y podría cursar una pena de hasta 8 años de prisión.
Pero no, aquí ha sido más fácil estigmatizar el delito y decir que hay cientos de “inocentes” encarcelados, cuando en realidad son cientos de prepotentes presuntos delincuentes, que piensan que agredir a las autoridades policiales es normal.
Se necesita, eso sí, que haya mecanismos más transparentes para que no haya inocentes que sean encarcelados injustamente, pero también se necesita darle todas las herramientas físicas y legales a los policías para que puedan hacer su trabajo.
Lo que sucedió en Querétaro, bien pudo haber pasado en Veracruz. La diferencia es que allá, seguramente, el detenido saldrá libre en breve… y aquí, estaría detenido por varios años.
Así las cosas.
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