Con esas palabras, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, subrayó este jueves que el brote de coronavirus COVID-19 que llegó al país a finales de febrero alcanzará la fase 3 de transmisión, es decir, el escenario de que los contagios ya no solo sean importados o comunitarios, sino de tipo epidémico.
Pero a la par de esa advertencia, el funcionario hizo énfasis en que el gobierno federal está trabajando para que México esté listo para ese momento, en términos de infraestructura y, sobre todo, de evitar que haya un número elevado de casos.
El objetivo es que en estas semanas las personas mantengan el distanciamiento social, de manera que no se produzca “una curva epidémica inmensa” que supere la capacidad de atención de los servicios médicos, sino una menor “que permita atender a las personas enfermas”.
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Un ejemplo de qué tan rápido pueden aumentar los contagios se vio este mismo jueves. En su reporte nocturno, la Secretaría de Salud federal reveló que el más reciente corte es de 585 casos confirmados, lo que representa un alza de 110 pacientes solamente de un día a otro. Con números como esos, las autoridades esperan que la “sana distancia” y otras medidas sirvan para impedir que la curva siga creciendo.
(Información publicada por Expansión política) |