En el hígado graso no alcohólico existen dos tipos: el Hígado graso simple en el cual hay grasa en el hígado pero, no existe inflamación o daño. Y está la esteatosis hepática no alcohólica, en la cual ya se presenta una inflamación y daños en las células del hígado y grasa. Sin tratamiento puede llegar a causar cirrosis o cáncer de hígado.
La especialista mencionó que la esteatosis hepática alcohólica, también conocida como hígado graso por alcohol, como su nombre lo indica, se presenta debido a un consumo excesivo de esta sustancia esta es la etapa más temprana de afección, si no se diagnostica a tiempo se puede volver una hepatitis alcohólica o cirrosis.
Hilario Castañeda indicó que estos padecimientos no suelen presentar síntomas en etapas tempranas, por lo que el estar alerta ante fatiga y dolor en el lado superior derecho del abdomen es esencial. En etapas ya avanzadas de hígado graso se puede llegar a presentar pérdida de apetito y de peso, náusea y vómitos, dolor abdominal intenso y presentar color amarillento en la piel y los ojos.
Refirió que algunos factores de riesgo para presentar hígado graso no alcohólico son: tener el colesterol alto, niveles altos de triglicéridos en la sangre, obesidad, hipotiroidismo, hipopituitarismo y diabetes tipo 2.
La especialista añadió que para evitar cualquiera de los tipos de hígado graso se recomienda llevar una dieta saludable, limitando la sal y el azúcar, mantener un peso saludable, realizar ejercicio frecuentemente y evitar la ingesta de alcohol.
Finalmente, la médica del IMSS, remarcó la importancia de la prevención, así como del tratamiento oportuno para evitar pérdidas en la calidad de vida de los pacientes, por lo que al presentar algún dolor en la parte superior derecha del abdomen se debe acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) correspondiente para recibir un diagnóstico correcto. |