Para el personal de salud, añadió que existen cinco momentos en que deben realizar el lavado de manos a fin de reducir riesgos a infecciones nosocomiales: antes de tocar al paciente, antes de realizar una tarea limpia o aséptica con el paciente, después del riesgo de exposición a líquidos corporales, después de tocar al paciente y después del contacto con el entorno del paciente.
Enfatizó que es de importancia lavar las manos antes de preparar o ingerir alimentos, así como después de ir al baño, de estar en contacto con personas enfermas, con objetos como manijas de puertas en casa o coche, el transporte público o dinero y al llegar a la casa.
Detalló que, para el correcto lavado de manos, lo primero que se debe hacer es retirar anillos, reloj y sobre todo pulseras tejidas, ya que los gérmenes se acumulan en estos artículos, que también requieren de higiene y hay que lavarlos por separado, de ser posible, la misma cantidad de veces que las manos.
Después hay que humedecer las manos, tomar suficiente jabón y frotar las palmas; posteriormente los dorsos y continuar entre los dedos; frotar nudillos y el espacio que existe entre el dedo pulgar y el índice, para finalmente, friccionar las uñas sobre las palmas y enjuagar. Una vez concluida la limpieza, secarlas con una toalla limpia.
Resaltó que en el IMSS en Veracruz Sur se realiza capacitación permanente, al personal sobre el correcto lavado de manos, y se otorga a la derechohabiencia en las salas de espera información y orientación para realizar la higiene adecuada en sus hogares y lugares de trabajo.
Finalmente, refirió que la higiene de manos marca la línea entre enfermar o no, por lo que exhorta especialmente a padres y madres de familia a enseñar y hacer un hábito en los menores la técnica adecuada de lavado de manos y así reducir enfermedades. |