La denominación del lábaro, según la investigadora Carolina Baur Arenas, deriva de la palabra “sierra”, que, al ser trasladada al náhuatl, se convierte en “siera”. El estandarte acompañó al Ejército durante sus batallas en la región.
En 1918 –abundó Lidia Irma Mezhua Campos-, el diputado Samuel Tello donó el lábaro al Museo Nacional de Historia ubicado en el Castillo de Chapultepec junto con algunos papeles históricos relacionados con su origen.
De acuerdo con Carolina Baur, la Bandera Siera es una de las precursoras del actual lábaro patrio, quizá el antecedente más antiguo, anterior a la bandera que se elaboró en Iguala, considerada el primer ejemplar.
La legisladora manifestó que para los habitantes de Zongolica la Bandera Siera se ha convertido en un símbolo de identidad que les permite situarse dentro de la historia nacional. En virtud de esto, su recorrido, que abarca tanto Las Altas Montañas como las partes bajas de los valles, cobra un especial significado simbólico y territorial.
"El recorrido de la Bandera Siera es un ejemplo, entre varios, de manifestaciones culturales que muestran el interés de una gran parte de la población, la cual nos remite a una relectura de la identidad étnica de la Sierra posicionándola como elemento activo en la lucha independentista, dejando de lado su imagen de región oprimida y marginal", concluyó.
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