Al tomar protesta Peña Nieto como presidente, en Veracruz también se sintió el peso del Grupo Hidalgo con la llegada del también hidalguense Enrique Ampudia Mello al Gobierno de Veracruz, vinculado a Miguel Ángel Yunes Linares como uno de sus hombres mas cercanos, pero de quien se supone se había desvinculado y peleado. Incluso, con él llegaron al gobierno y al PRI varios políticos y ex funcionarios que estuvieron ligados a Yunes Linares y que celebraron como un triunfo contra el enemigo político de la Fidelidad.
No obstante, otras voces más ortodoxas criticaban el hecho de que el gobierno estatal le abriera la puerta a ex Yunistas, de los que tampoco tenían muy claro si realmente estaban totalmente desvinculados del “choleño”. De hecho, las versiones en este sentido decían que la llegada de Ampudia y compañía se debía a una recomendación desde el Altiplano, hecha precisamente por el Grupo Hidalgo que encabezan Murillo Karam y Osorio Chong. Que en el ánimo de no pelearse con el grupo cercano al presidente, en Palacio de Gobierno aceptaron la recomendación de Ampudia, quien se ha mantenido cercano al gobernador Javier Duarte de Ochoa.
¿Otra prueba de los intereses que tiene Osorio Chong en Veracruz? La reciente colocación de Anilú Ingram Vallines en la delegación federal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), sustituyendo al ex alcalde de Coatzacoalcos, Marcelo Montiel Montiel. En este caso, desde el altiplano trascendió que la petición la hizo directamente Osorio Chong al titular de Sedesol, José Antonio Meade Kuribreña, para que su recomendada llegara sin problema alguno a la delegación federal más importante por la cantidad de recursos y programa que maneja, así como por su cercanía a sectores vulnerables que al final de cuentas se transforman en votos para el PRI.
Con el paso del tiempo, se sabe que la relación entre Osorio Chong y el gobernador Javier Duarte de Ochoa se apestó. Incluso se relata una anécdota donde el mandatario veracruzano se entrevistó con el secretario de Gobernación y en un descuido, Duarte dejó su teléfono Blackberry en la oficina de Osorio, quien al revisarle los mensajes descubrió que el veracruzano hablaba pestes del hidalguense, aunque no se sabe realmente el contenido.
En Veracruz también se ha comentado que existe una amistad cercana entre el Grupo Hidalgo y Miguel Ángel Yunes Linares, especialmente con Murillo Karam y Osorio Chong.
En contraparte, otro de los actores que buscan también la Presidencia de la República es el actual presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, a quien se sabe han bloqueado desde el primer círculo de poder por no pertenecer a grupos como el Atlacomulco (al que pertenecen los mexiquenses Luis Videgaray y Aurelio Nuño, también aspirantes a Los Pinos) o el Hidalgo.
Beltrones representaría en este caso la vieja guardia del priismo que se resiste a morir y que siente que todavía puede colocar a alfiles. De hecho, Manlio sería quizás el último personaje de esa ala en todavía tener amplias posibilidades de contender por la Presidencia de la República.
En Veracruz, el peso de Manlio Fabio se siente en el PRI que ahorita está luchando por obtener la minigubernatura de dos años en Veracruz. La cercanía entre Héctor Yunes Landa y el sonorense es ampliamente conocida y no es de ahorita: tienen años sosteniendo una vieja amistad y hasta se podría decir que una relación mentor/alumno. De hecho, se sabe que el presidente del tricolor se encargará personalmente del tema Veracruz en las próximas campañas locales.
También es público que Héctor Yunes Landa es uno de los veracruzanos más cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, vía Alfredo del Mazo, su primo.
Al principio decíamos que esto también era parte de un ajedrez más grande. Que con un Peña debilitado, quienes están moviendo sus piezas son precisamente personajes como Osorio Chong (fortalecido con la recaptura del Chapo) y Beltrones Rivera, quien ha ganado espacios con gubernaturas y amarres políticos.
En el caso del hidalguense, pareciera que esos movimientos los inició Osorio Chong en Veracruz desde que asumió la Secretaría de Gobernación con los hechos narrados en esta columna, pues el escenario en un futuro que podría favorecerle sería la llegada de Yunes Linares y el PAN al Gobierno de Veracruz para aplastar definitivamente la influencia del Fidelismo/Duartismo y de la vieja guardia veracruzana que se resiste a morir, pero tiene todo el panorama en contra para sacar la elección a gobernador por dos años: violencia, un descontento y repudios palpables hacia el Gobierno, el gobernador Javier Duarte, manifestaciones por adeudos, deudas millonarias y prácticamente un estado en quiebra; todo azuzado por una maquinaria propagandística operada por la oposición que han tomado la situación para hacer el caldo más gordo y el descontento más grande (aunado a los errores garrafales del gobierno y su cúpula).
La aparente apuesta de Osorio Chong puede resultarle muy temeraria y cara, conocidas las traiciones históricas de Miguel Ángel Yunes Linares a sus protectores, pero con esto quedaría vislumbrado que la pelea en Veracruz quizás no es entre los primos Héctor y Miguel, sino entre los presidenciables Osorio y Beltrones, que ven a la tierra jarocha como un importante fragmento de la gran película que se prepara para el 2018.
@pablojair
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