En entrevista con La Jornada, cuyos fragmentos se reproducen a continuación, también plantea evitar la censura previa de los espots políticos cerrando el portal de pautas del INE. Esto a raíz de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo consideró un medio de difusión, provocando que varios promocionales ya no fueran vistos por los ciudadanos en radio y televisión al considerarlos ilegales, en algunos casos, por tener contenido calumnioso.
–Ayer el secretario de Gobernación señaló que estas campañas fueron despiadadas y algunos priístas impulsan reformas para descafeinar los espots. ¿Coincide con esta necesidad?
–La calidad de los mensajes contenidos en la propaganda son responsabilidad de los partidos políticos y hay que andarnos con mucho cuidado en su regulación, sobre todo en un contexto en que todos los partidos tienen un acceso equitativo a la publicidad en radio y televisión.
“La intervención de las autoridades electorales en la propaganda electoral en relación con los contenidos de la misma tiene que ser realmente marginal.
“Y si la pregunta es si es la mejor manera de utilizar lo espacios. Me parece que no. Sería deseable un debate público más abierto respecto de los problemas del país, pero son los partidos los que definen si al final del día son más importantes los mercadólogos políticos que los ideólogos.
“No hay país democrático en el mundo donde las campañas electorales no tengan un componente de ataques personales. Ve Estados Unidos o Europa. Que si tal o cual candidato a primer ministro tiene o no un affair, una relación extramarital. Esto es natural y tampoco hay que espantarse.”
En otra parte de la charla considera que no es imperativo emprender otra reforma política y que podemos ir a las elecciones de 2018 con este marco normativo.
“Todas las grandes reformas electorales se han hecho en un momento en que se ensayan por primera vez en elecciones federales intermedias. Aprendiendo de ese proceso. Si va a haber una reforma de cara a una elección presidencial como autoridad electoral pediría que se procese lo antes posible, porque instrumentar una reforma, sobre todo si es del calado de 2014, supone tiempo y que la autoridad tenga un trabajo de adecuación reglamentaria muy importante.
Y en segundo lugar, los cánones dictan que las reglas del juego político deberían contar con el consenso de todos los jugadores. Hay mucha literatura que subraya la necesidad del consenso unánime de las reglas del juego.
Estabilidad en los criterios del TEPJF
Sobre diversos criterios que utilizó el TEPJF en estas elecciones, plantea que lo más conveniente es la estabilidad en la interpretación de las normas jurídicas.
No quiere decir que los criterios deban ser pétreos. Pero el cambio tiene que ser muy discutido y en la medida de lo posible, pausado, porque si no lo que generas es incertidumbre jurídica entre los aplicadores de las normas y los actores políticos, concesionarios de radio y televisión, y proveedores de los partidos.
Propone que al concluir el proceso electoral de este año y rumbo a 2018 haya una discusión pública muy amplia respecto de estos criterios.
Fruto de estas modificaciones impulsadas por el tribunal, no tiene duda en que debe cerrarse el portal de pautas del INE.
La premisa es para qué demonios seguimos con un portal que no tiene ninguna utilidad práctica y que está potenciando la litigiosidad. Una vez cancelado dicho sitio de Internet, promete sancionar a quien filtre algún espot a los partidos políticos, porque estará cometiendo un ilícito. Actualmente, en ese sitio web cualquier ciudadano y partido puede ver estos materiales tres días antes de su difusión y a partir de ello diseñar sus estrategias de campaña o jurídicas.
Se le pregunta si fracasó el modelo de un INE y 32 organismos públicos locales electorales (Oples), y responde que no. Esto, porque después de lo ocurrido en Chiapas –un fraude electoral y la remoción de siete consejeros integrantes– decidieron acotar el margen de discrecionalidad de estas instancias emitiendo normas y aumentado la supervisión.
La autonomía e independencia que la Constitución le confiere a los Oples es frente a los poderes locales y partidos políticos. No frente al INE, porque tiene la potestad de nombrar y remover a los consejeros.
–Usted es la cara más visible del INE. ¿Qué le responde a quienes insisten que su desempeño ha dejado que desear, que esperaban mucho más de aquel aguerrido estudioso de los temas electorales?
–Que no soy un estudioso de los temas electorales en ese momento, que soy un funcionario público que tiene una enorme responsabilidad de coordinar los trabajos del ente rector del sistema de elecciones y que en todo caso, hoy, a pesar del adverso contexto, del complejísimo e inédito contexto social y político de 2015 el país está en paz por la vía electoral.
–Sin embargo, existe la percepción de que un consejero electoral, Marco Antonio Baños, opera a sus anchas en beneficio de un partido.
–La presidencia tiene a un único titular que es el que designó la Cámara de Diputados y es el que está ejerciendo a cabalidad, en un ámbito de cordialidad y de buena coordinación las funciones.
–Entonces, ¿es un mito este poder del consejero en el INE?
–Hasta donde tengo entendido a mí me pidieron ser consejero todas las fuerzas políticas. Desde el papel que me toca jugar no voy a alimentar esta especulación pública respecto de si hay consejeros que reciben línea o son correas de transmisión de algún interés político. Yo tengo toda la confianza y deferencia respecto de todos y cada uno de los diez integrantes del Consejo General.
–¿Este modelo de fiscalización tan veloz permite encontrar transas, uso de dinero ilícito o rebases de topes?
–Vamos a revisar el sistema de fiscalización y ver cómo apretamos tuercas. Es muy grave lo que ocurre. Cerramos las campañas electorales y 52 por ciento no había reportado ningún ingreso ni gasto.
La actuación de los candidatos está vulnerando el modelo de fiscalización y creo que tenemos que ser particularmente exigentes y rigurosos a la hora de imponer sanciones. Esto no quiere decir que la fiscalización va a fracasar. Tenemos información de lo que se ha estado gastando y ahora viene compulsarlo.
Córdova considera que la percepción de que el INE gasta mucho, tiene una numerosa burocracia y los procesos electorales no son confiables por su alta litigiosidad, tiene un origen: “Ha estado alimentada mucho de la estridencia y en ocasiones, de la intencionalidad de erosionar la credibilidad de la autoridad electoral.
No soy indolente frente a esta circunstancia, pero tampoco comparto estas visiones. Hay mucha litigiosidad porque tenemos partidos profundamente litigiosos que buscan ganar a favor de sus intereses hasta el último momento. Porque la cultura de la aceptabilidad de la derrota es prácticamente precaria.
Ofrece que impulsará la modernización de la institución para disminuir los costos, ya que el día que el instituto pida menos dinero va a ganar credibilidad, tema que, asegura, está en juego en esta elección |