La tarde de este jueves el periódico Reforma publicó que la “Sección Instructora de la Cámara de Diputados inició formalmente el proceso de desafuero del diputado veracruzano del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Tarek Abdala”.
“En reunión privada, se admitió la documentación presentada por la Fiscalía General de Veracruz, que acusa al legislador de diversos delitos, incluido peculado y desvío de recursos públicos. El grupo de trabajo acordó notificar al diputado priista el inicio del procedimiento”.
El Presidente de la Sección Instructora es Ricardo Ramírez Nieto, quien explicó que dará acceso al acusado de todas las constancias que haya del caso en su contra. De acuerdo a la nota, “Ramírez Nieto explicó que a partir de este jueves el diputado del PRI tiene siete días naturales para responder o hacer lo que sea de su interés”. “Si los tiempos alcanzan, dijo, se resolverá el juicio de procedencia en el periodo de sesiones que inició ayer”.
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Cómo cambian los tiempos. Apenas en septiembre cuando estaba en el tintero el desafuero del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, el vicecoordinador de la bancada priista, Jorge Carlos Ramírez Marín comentó con respecto a la solicitud de desafuero y juicio político de Duarte: “Lo que puedo asegurar es que nosotros vamos a ajustarnos a la ley, que no vamos a hacerle concesiones a nadie. Ni de protección. Se trata de cumplir la ley, no de obedecer a los caprichos de (Miguel Ángel) Yunes, que ahora sí muy campante acusa a un gobernador de cosas que, independientemente de su condición y partido o de dónde venga, serán juzgadas y serán analizadas por la autoridad y, en su caso será responsable. Pero al señor Yunes parece que se le olvida cuando él fue señalado como responsable y la protección que le dieron los gobiernos panistas”.
Lo que es un hecho es que la Sección Instructora no se ha caracterizado por ser muy diligente ni por andar repartiendo desafueros a diestra y siniestra, pues en los últimos 40 años sólo tres casos de desafuero has prosperado en la Cámara de Diputados. El de Jorge Díaz Serrano, ex director de Pemex, en 1983; el asambleísta René Bejarano, en 2004, y la diputada Lucero Guadalupe Sánchez, también conocida como la Chapodiputada, en junio de 2016.
Por su parte, se sabe que Tarek Abdalá no anda muy preocupado por el desafuero solicitado por el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler, quien en su momento se curó en salud al declarar que: “el delito de peculado que se le imputa es considerado grave y no prescribe aún al concluir el fuero de legislador”, dejando la ventana abierta para que, en caso de no proceder el desafuero, quede constancia que intentarán hacerle valer la ley cuando éste ya no tenga fuero.
Se sabe también que hay voces en el PRI que operan para que le quiten los derechos partidistas a Tarek, pero en el Altiplano ni eso creen que prospere; César Camacho, no está dispuesto a perder una valiosa curul en su fracción.
Por eso Tarek está tranquilo y en los chats de diputados y en corto se sabe que eso dice: “estoy tranquilo, no procederá el desafuero”. Eso hoy, aunque a partir del 31 de agosto del 2018, quién sabe.
Por lo pronto, ya le dieron el primer toque de bola al darle entrada a la solicitud de desafuero. |