Obvio -y hay que recalcarlo-, lo anterior se cumpliría sólo si hoy fueran las elecciones.
Una de las múltiples explicaciones que se pueden dar al respecto es el estilo de campaña o precampaña que los tres más fuertes aspirantes a la Presidencia realizan, pues mientras Anaya y Meade insisten en el voto corporativo (que hoy día es el más riesgoso por el hartazgo hacia el gobierno y los partidos políticos), AMLO camina por tierra, contacta más con la gente y su estrategia de medios es mucho mejor. Lo que hoy dice AMLO en cualquier pueblito, da la vuelta por todo el país de inmediato.
Algo están haciendo mal, pues los principales promotores del voto de AMLO son Ricardo Anaya, José Antonio Meade y principalmente el novato en estas lides, Enrique Ochoa Reza, dirigente del CEN del PRI.
Lo cierto en que AMLO los trae locos, y hasta lo retan a duelo o cuando menos a debates públicos que hábilmente el ‘precandidato de MORENA soslaya y les deja bien caliente el petate.
De aquí a julio pueden pasar muchas cosas, pero al día de hoy, así se ve el proceso de sucesión presidencial
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