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MARGARITA, QUARTERBACK DE MÉXICO

De la columna "Política al día"

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Atticuss Licona
2018-02-16  
16:05

Si Margarita Zavala hubiera sido la candidata a la Presidencia de la República por parte del PAN, las tendencias electorales azules seguramente estarían mucho más cercanas a López Obrador que las que mantiene Ricardo Anaya; incluso sin la necesidad de la coalición con el PRD y Movimiento Ciudadano.


Margarita es de las pocas políticas nacionales que por sí misma genera confianza, que es querida y respetada. Más allá de la obvia vinculación matrimonial con el ex presidente Felipe Calderón, Margarita representa una marca por sí misma… Margarita es Margarita, ¡Y ya!


Margarita Esther Zavala Gómez del Campo no se llevó los miles de militantes panistas, pero sí se llevó de forma abrasadora el corazón y los ideales de las bases de Acción Nacional.


Margarita se estrena muy joven en la política en la resistencia -casi insurgencia- que representaba el PAN en los tiempos de Carlos Castillo Peraza. En aquellos tiempos cuando el PRI era una aplanadora electoral y la maquinaria priista estaba perfectamente aceitada, la joven Margarita se unió al partido que aún hoy defiende en sus ideales, bases y convicciones, y al que tuvo que abandonar con gran dolor al notar el dramático deterioro y fractura generada en el PAN. 


Quienes piensen que Zavala dejó a su partido por un capricho al no ser elegida como candidata presidencial, están viendo solo la piel del tambor, pero dentro, lo que resuena con un estruendoso eco; dos razones fundamentales que Margarita tiene muy claras.


Por un lado -asegura Margarita- está el que Ricardo Anaya haya anulado todas las decisiones democráticas en el blanquiazul, generando un profundo daño, anulando la democracia y la libertad que eran las bases principales en las que se fundó el PAN. Pero su renuncia se debió no solo a un maniqueísmo entre Anaya y Zavala, sino también a la corrupción generada en la vida misma de los partidos políticos que se han corrompido por los miles de millones de pesos que obtienen del erario público y, como ella bien dice, ante tantos miles de millones de pesos los líderes hacen lo posible por sostenerse, no respetan ni las decisiones de los militantes, ni los ciudadanos, y eso es lo que de fondo y estructuralmente fue dañando a Acción Nacional.


Margarita sabe que en estos momentos no tiene una intención de voto suficiente como para ganar, pero también está consciente que la campaña aún no empieza y está dispuesta a dar la batalla en la igualdad democrática que se espera exista a partir del 1º de abril. Lo que hasta ahora hemos presenciado es una sobreexposición de los actores pertenecientes a los partidos políticos que se han amparado en una farsa llamada “precampaña”, pero Zavala sabe que cada decisión es una definición ciudadana que no le pertenece, como no le pertenecen tampoco las intenciones de voto a los partidos. Esto apenas comienza.


En su posibilidad de triunfo cientos de miles de mexicanos ven reflejadas sus aspiraciones democráticas. En sus números y firmas de apoyo existen sueños de un futuro mejor. A pocos meses de haber renunciado al PAN, lo impensable se está gestando: la ciudadanía la está viendo como una verdadera candidata independiente.


Quiere ser la “Quarterback de México”, me lo dijo en entrevista exclusiva sostenida en los micrófonos de UniNoticias en el 88.9 de FM, La Invasora. Margarita Zavala asegura que “cada yarda es un paso y hay jugadas para una yarda, otras para primero y diez, y otras para touchdown”. Hoy Margarita le pide a su línea que haga los huecos necesarios, pues por allí, asegura, pasará.


@atticuss1910


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