Esta noche, sin embargo, de persistir la postura rijosa de los dos punteros y Pepe Yunes mantenerse en su tono de mesura y profundo conocimiento de los problemas que aquejan a Veracruz, sin pleitos ni calificativos, podría alcanzar el pase a la final.
Y es que el primer ejercicio de debate a través de una radiodifusora porteña, misma que alcanzó elevada audiencia en una parte de la entidad, mostró la estatura de los cuatro contendientes en donde, al primer jalón, quedó descartada la señora July Sheridan.
La ex morenista se la pasó insultando a Andrés Manuel López Obrador y a Cuitláhuac; se percibió asimismo durante el encuentro que la dama no sabe debatir, es más que ni siquiera supo leer los apuntes que traía y fue muy notorio que en ningún momento disimuló cierto coraje por la presencia de sus competidores a quienes pasó a barrer y regar.
Este, digamos pre debate, mostró de cara a la opinión pública que el joven Miguel Ángel Yunes Márquez portador de una propuesta de excepción en materia de seguridad, empleo y obra pública, se tropezó con su lengua del “¡mío, mío, mío…!” resultante de la persistente agresión de parte del aspirante de Morena.
Reveló por otra parte lo que en modo alguno ya se sabía de Cuitláhuac. Lo cortó en sus expresiones orales y exposición de ideas, la angustia que provocaba oírlo y el trabajo que cuesta entenderle.
Notable asimismo su superficialidad que solo muestra ignorancia en los temas que se debatieron. Por más de 90 minutos se la pasó cantinfleando, en mala postura y mostrando una vieja fotografía en donde se están abrazando Javier Duarte y Yunes Márquez. El ridículo total, máxime que nunca supo distinguir un tema de otro y que se la pasó agrediendo a su par.
Si ese era el objetivo de Morena se cumplió a cabalidad, eso sí, a costa de la derrota de Cuitláhuac en este encuentro en donde por cierto nunca les quedó claro –a Miguel y a Cuitláhuac- que los veracruzanos estamos hasta el cepillo de pleitos y calificativos.
Y es que ya con el gobernador hemos tenido suficiente en los últimos dos años.
La historia pues de esta noche, habrá de ser definitoria en el debate formal de OPLE donde de nuevo la opinión pública de la entidad observará con lupa a quien aparentemente está en total desventaja, pero que tiene preparadas sus mejores armas para el sprint final.
Pequeñeces:
Vaya nuestra más cordial solidaridad con el periodista Luis Ramírez Baqueiro, co-conductor del debate de esta noche; injustas y cobardes las descalificaciones de las que ha sido objeto, incluida la de un textoservidor poblano.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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