Ricardo se ha caracterizado por no tener pelos en la lengua ni frenarse al decir lo que debe, como lo hizo en alguna ocasión desde la Tribuna del Congreso para denunciar las tropelías del ex gobernador Javier Duarte y cuando votó -siendo priísta- en contra del aumento al IVA que proponía su partido. Ahora, también alzó la voz y mediante una serie de entrevistas en medios locales empezó a deslizar la idea que de no ser recibido por el Presidente daría a conocer públicamente la podredumbre que había detectado en Aduanas en el poco tiempo que había estado en el cargo, pues la falta de coordinación institucional, debilidad de la ley y la participación de altos funcionarios en la cadena de corrupción le impedían cumplir con las instrucciones presidenciales de abatir la corrupción en Aduanas.
Después de eso, AMLO lo recibió, lo escuchó y le aceptó con agrado el legajo informativo, despidiéndose de él con orgullo de haber confiado el cargo a una persona íntegra, así como de recio carácter, principios y valores.
Aun así, Ahued no fue solo a la entrevista con el Presidente, llevó un buen testigo de calidad. Se hizo acompañar de Ricardo Monreal Ávila, líder del Senado y controvertido político que así como salva a Morena de intrincados aprietos políticos también lo fustiga cuando es necesario.
Al final de ese escenario, en esta columna mencioné que la pelota estaba en las manos del Presidente para demostrar hasta dónde su discurso de abatir la corrupción en el país era cierto, pues de pasar el tiempo y no verse la mano firme en Aduanas ni corregir las fallas detectadas por Ahued, se estaría dando una muy mala señal.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que las recomendaciones de Ahued empezaran a fructificar, pues ya en funciones de su relevo Horacio Duarte, AMLO emitió un primer Acuerdo para darle más facultades a la Administración General de Aduanas para fortalecer el combate a la corrupción y la evasión fiscal, así como para ejercer con independencia la vigilancia directa sobre las agencias aduanales privadas. Es decir, de tajo le cortaron las alas e injerencias mal sanas que tenía en Aduanas la Jefa del SAT, Raquel Buenrostro, con quien se supo que Ahued no encontró eco para combatir la corrupción a fondo, pues fue precisamente a ella a quien el Acuerdo le quitó diversas funciones que la hacían más que poderosa y decidía sobre qué mercancías se debían detener y cuáles no, así como la decisión de otorgar o cancelar las autorizaciones de las agencias y agentes aduanales, que son en realidad unas verdaderas minas de oro y poder.
Pero el asunto no paró ahí, AMLO giró instrucciones a las fuerzas armadas para que reforzarán la seguridad en Aduanas con el fin coordinado de frenar las prácticas de corrupción, al tiempo que AMLO anunció que tras evaluar Aduanas determinó la necesidad de apurar la ‘limpia’ de la delincuencia común, la de ‘cuello blanco’ así como del influyentismo.
Es decir, las observaciones y recomendaciones de Ahued habían empezado a rendir frutos.
Aún más, en esa evaluación realizada por el Presidente se detectaron irregularidades en varios de los responsables de las Aduanas del país, de las que de inmediato el Secretario de Marina, Almirante Rafael Ojeda, ordenó atender y de las que se desprendieron presuntos actos puntuales de corrupción como la que se detectó en el Puerto de Tuxpan, Veracruz, por el ingreso de buques cargados de combustibles que al no ser registrados debidamente pudieron ocasionar pérdidas al fisco entre 200 y 300 millones de pesos. Pero más aún, la SEMAR ha detectado presuntas ligas de políticos federales y estatales en maniobras fraudulentas.
El caso, según nuestras fuentes, está por explotar pues a la acción directa de la SEMAR intervienen también el propio SAT de Raquel Buenrostro y la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto Castillo.
Seguir las rutas del dinero será para Nieto Castillo pan comido y pronto se sabrá si es que existió el delito, así como quién o quiénes más se beneficiaron con esas operaciones de corrupción.
De seguir así se podría decir que la intempestiva e inesperada renuncia de Ricardo Ahued rindió frutos y que AMLO no se anda por las ramas.
@frlicona |