Contrario a lo que muchos ven que un gobierno tan corto de dos años es insuficiente para sacar adelante a Veracruz, él dijo que “significa mucho para salvar lo que no se hizo o no se ha terminado” “Es tiempo suficiente para un buen líder que sea trabajador honesto y bien organizado, que la gente le tenga confianza’.
Por su parte el también ex gobernador Dante Delgado Rannauro, declaró a los medios que no sólo Fidel se equivocó con Javier Duarte de Ochoa. Sino qué él (Fidel) también hizo un muy mal gobierno, es un problema de “las mentes enfermas, distorsionadas y pequeñas” “Fidel seleccionó a quien era su incondicional y no a quien pensó que fuera la persona más preparada para servirle a Veracruz”.
Aunque Dante quiso decir mucho en pocas palabras, la verdad es que no fue tan específico como tal vez quiso. Tal vez con ese “no solo Fidel” haya querido referirse a los electores veracruzanos que lo eligieron, pero no fue claro, a pesar de que se le insistió. Lo que llamó la atención pero tampoco lo quiso aclarar, fue quién es, era o fue esa persona preparada que le pudo servir a Veracruz, y que Fidel no se atrevió a ponerle el dedo encima.
En cambio el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán se negó hablar del actual gobernador Javier Duarte, al señalar que el “hubiera” no existe y del ambiente electoral menos, pues no es bueno dijo, hablar de algo que pueda incidir en los resultados de la elección.
En cambio, hasta le brillaron los ojos cuando se le preguntó de la alternancia. Con toda la malicia que le es característica, Fidel Herrera Beltrán, dijo no temerle a la alternancia en Veracruz. Es más, dijo que hoy pudiera darse una alternancia en Veracruz, pero hábil como es, el Cónsul de México en Barcelona, se refirió a una “alternancia interna”, es decir, Fidel no habló pensando en una alternancia de partidos sino una interna. Fidel sí estaba pensando en esos momentos en que el Fidelismo-Duartismo pudiera dejar la cancha para otro grupo político dentro del PRI, es decir el de los Yunes Landa y Yunes Zorrilla.
Y es que Fidel es más hábil en la política que un salmón en aguas cuesta arriba.
En unas cuantas horas más, sabremos si el pronóstico de Fidel fue o no acertado.
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