Insiste en su postura que confió a Enrique Peña Nieto, y que le planteó en una comida la semana pasada: “A los que se equivocaron, hay que sancionarlos”.
Una consecuencia evidente y pronta, la más fácil y visible, ha sido la renuncia del Presidente del PRI, él también tuvo sus equivocaciones políticas y por eso renuncia… pero ¿Y a los demás? ¿Quién los va a castigar? Porque Manlio también habló de los funcionarios públicos que le fallaron a la población. Beltrones no quita el dedo del renglón de castigarlos, pero tiene ya la vista puesta en el futuro y dijo que los auténticos priistas están más que vivos, y están diseminados por todo el país y “ellos no están de acuerdo con gobernantes corruptos, ni funcionarios traicioneros. No están de acuerdo en la falta de gobernanza, con la falta de estabilidad política”. Ese priismo vivo representa un 30% del electorado nacional que no está de acuerdo con la corrupción y en ello hay que pensar y reflexionar. El PRI debe evaluarse hacia adentro y pensar en cuál es el tipo de país que quiere como partido.
Antes de su renuncia se supo que eso mismo se lo dijo al Presidente Peña en dos encuentros, e incluso Peña Nieto le propuso “¿Por qué no te quedas a conducir el Partido sobre esa reflexión tuya Manlio?”, pero Manlio, de último minuto, decidió no hacerse cargo del Partido que Peña Nieto le seguía confiando. Fuentes priistas allegadas a Manlio, incluso, se mostraron sorprendidos y la decisión los tomó desprevenidos. “Fue una decisión de último momento… los cercanos sabíamos qué iba a decir en la Comisión Política Permanente del CEN del PRI, Manlio iba a decir que se quedaba”… nos dijo nuestra fuente.
Hoy Manlio tiene ya los dos pies fuera de la dirigencia priista y hay quienes inmediatamente lo quisieron dar por muerto político, pero por su actitud subsecuente se ve que hay Manlio para rato.
Ciro fue directo: ¿Manlio deja de aspirar a la Presidencia? ¿Manlio se va a su casa a descansar? ¿Manlio se retira de la política? ¿Manlio sigue pensando en ser el candidato a la presidencia Y las respuestas de Manlio no fueron evasivas:
“No estoy pensando en ello…. en este momento”
“Seguiré conversando con el Presidente y no solo con los priístas, sino con todas aquellas fuerzas políticas que quieren ver a este país transformado” “El reto es ver qué proyecto de país queremos los priístas y de ahí tomar decisiones” dijo Manlio.
“Pido una pausa de lo que es mi vida política para reflexionar para luego llegar a la acción” ¿Para qué habría de necesitar eso? Sino para echar a andar su plan para llegar a los Pinos, con el respaldo de un priismo responsable, que quiere un nuevo rumbo para el país. Y, darle una respuesta al “Mensaje del electorado de que se combata la corrupción donde se encuentre”.
Es decir, ¡Manlio desde ayer que presentó su renuncia, aunque no lo acepte, se declara precandidato con la simple agenda de responder al electorado! ¡Un precandidato político alejado de los tecnócratas desleales que repudia el priismo de las bases! ¡Un precandidato alejado de los causantes de la derrota electoral en 7 estados y que repudia la corrupción! No han sido pocas las filtraciones de a quiénes se ha referido, de a qué funcionarios se refirió tanto en lo local como en lo nacional. No se refirió solo a los gobernadores que tienen la imagen priísta por los suelos, sino también a Secretarios de Despacho a nivel Nacional, que se congratularon por la derrota de Manlio, y que no dimensionaron que al caer Manlio… cayó también el Partido.
Su estrategia es atractiva, sobre todo porque si algo puede presumir Manlio es que de política sí sabe y que, a diferencia de los tecnócratas que hoy desprecia, él sí conoce a fondo cómo funciona ese 30% de mexicanos que respaldan al PRI en todo el país.
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