En los cinco años y seis meses transcurridos del actual Gobierno Veracruz de Javier Duarte de Ochoa, la pobreza laboral acumuló un 10.1 por ciento en la pobreza laboral, conforme a los reportes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), con corte del primer trimestre 2010 al segundo trimestre 2016.
Son datos fríos, muy lejanos de la guerra de lodo que Veracruz ha mal vivido en los últimos años. Lodo que ni con toda su intensidad ha podido ocultar la verdad y la pobreza en Veracruz.
De acuerdo con el CONEVAL, el ITLP, sus reportes trimestrales son para observar si aumenta o disminuye el porcentaje de la población, cuyos ingresos laborales son menores que el precio de la canasta alimentaria (CA). De tal manera que si el poder adquisitivo de la clase trabajadora empeora, respecto al valor de la CA, el ITLP tendera a subir, que es caso del estado de Veracruz, tal como se puede a advertir en la gráfica adjunta.
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En este tenor, Veracruz experimenta 9 meses consecutivos de aumentos del Índice, por el contrario, en el ámbito nacional hay una mejora en el poder de compra de los trabajadores. En el mismo segmento de tiempo mencionado en el encabezado del presente reporte, en el país la pobreza laboral creció un 2.5 por ciento, en Veracruz cuatro veces más.
Con estos números se fortalece la idea sobre este gobierno, jamás se entendió que su principal objetivo era el de impulsar la economía, con empleos bien remunerados.
No contentos con está situación, la administración actual ha desaparecido y subejercido recursos federales destinados a salud, educación y a la infraestructura para los pobres, por mencionar los rubros más importantes.
Para completar el cuadro, se solapa y alienta la inseguridad, que le pega a empresarios y al pueblo en general, pues da la casualidad que en los estados donde crece más la pobreza de los trabajadores, son las entidades federativas que padecen los grados de inseguridad más altos: Tamaulipas, Ciudad de México, Estado de México, Colima y Morelos. Los jovenes al no tener oportunidad de ocupación, se emplean con los malos.
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