El 8 de octubre de 2008, en las instalaciones de Coapa, los Mapaches de Nueva Italia enfrentaban a las fuerzas básicas del América y en las gradas se armaba un lío. La Policía Federal intervenía, porque el dueño del equipo michoacano estaba ligado al narcotráfico y todo el plantel terminó en la Procuraduría General de la República. Entre ellos estaba Ángel el Cuate Sepúlveda, actual jugador de Gallos y convocado a la Selección Mexicana.
“Me tocó estar ahí. Estaba en los Mapaches de Nueva Italia y nos detuvieron cuando jugábamos contra el América. Nosotros no teníamos nada que ver, ni sabíamos por qué motivo nos llevaban. Después vino la desafiliación y me quedé casi tres meses sin jugar”, recordó el Cuate Sepúlveda, convocado por Juan Carlos Osorio para los partidos contra El Salvador y Honduras.
Los Mapaches de Nueva Italia fueron desafiliados por la Federación Mexicana de Futbol y Sepúlveda estuvo a un paso de quedar fuera del balompié. Aunque encontró oportunidad en Monarcas Zacapu, un equipo de Tercera División.
“Estuve en equipos de divisiones inferiores, en el Ascenso y también viví un descenso. Te pone nervioso, porque muchos te dicen que no hay forma de regresar a la Primera División, creo que el momento más duro de mi carrera lo viví con el Atlante, cuando perdimos la categoría, pero lo bueno fue que pudimos regresar muy rápido a Primera.
“Ahora me toca vivir uno de los momentos más felices de mi vida. No me sorprende ser llamado a la Selección Mexicana, porque ya me habían dicho algo, que tenía posibilidades y trabajé mucho para esto. Es momento de demostrar que lo aprendido con Vucetich también me puede ayudar para defender la playera de México”.
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