“Perdón no puedo pagar hoy porque tengo que atender a los que no les he pagado en varios años”.
“Perdón no les puedo pagar porque a los que no les he pagado me tomaron las oficinas y así no puedo trabajar y menos pagar”
“Perdón pero si quiere tomarme las oficinas, tendrá que hacer cola porque ya son muchos que quieren lo mismo”.
Esta semana, apenas los antorchistas y los maestros estatales desocuparon la calle y las oficinas de SEFIPLAN, le cayeron encima trabajadores del Ingenio San Francisco del municipio de Lerdo de Tejada, a quienes desde hace varios años esta dependencia no les ha entregado 27 millones de pesos por recursos federales que llegaron destinados para 500 trabajadores. Es decir, recursos etiquetados que al entrar en la famosa “licuadora”, se esfumaron. Este grupo, como muchos otros, se quejaron que el Subsecretario Arturo Jaramillo únicamente les da largas y les dice que el dinero no se les puede entregar por razones desconocidas.
Así, una vez que les pague o convenza a los trabajadores del ingenio San Francisco con una nueva promesa, un nuevo calendario de pago o una nueva “minuta”, ni crea Pelegrín que se le acabaron los problemas, porque haciendo cola están cuatro municipios de la región de Poza Rica a los que les debe los recursos del FORTASEG, que les debía entregar el primer día de octubre. En este caso también se trata de dinero federal etiquetado, que fue ¿A dónde cree? Sí, fue a dar a la “licuadora” y a lo mejor fueron usados para para pagarles a los maestros o a otros hartos deudores que le tomaron las oficinas.
Luego tendrá que atender a los empleados del sindicato magisterial del Estado de Veracruz a quienes hace más de un año se les retiraron las becas y exigen a las autoridades de la SEV que les devuelva ese apoyo.
También se encuentran haciendo cola 25 alcaldes veracruzanos perredistas quienes reclaman se les deposite el dinero federal y estatal que les adeuda SEFIPLAN desde hace varios meses. Estos alcaldes llegaron este lunes al edificio de Pelegrín y ¡oh sorpresa! Se les adelantaron los trabajadores del ingenio San Francisco. Así que de inmediato se fueron en caliente hasta las oficinas de Flavino Ríos Alvarado, titular de la SEGOB, quién los atendió y les prometió que en breve se les pagarán los adeudos. Están emplazados para tomar SEFIPLAN este fin de semana.
En lista de espera para tomar la SEFIPLAN también están las viudas de policías veracruzanos caídos en cumplimiento de su deber, quienes este miércoles se manifestaron en el Parque Juárez para denunciar la falta de apoyos por parte del Gobierno Estatal. Y hacen cola para tomar las oficinas de Antonio Gómez Pelegrín, pues les adeuda pagos de pensión trimestral, las becas de sus menores, el pago del seguro de vida de los policías y no les han entregado las viviendas prometidas desde hace 3 años.
Otros más que hacen fila para tomar el edificio de SEFIPLAN son los docentes de la Escuela Normal Dr. Manuel Suárez Trujillo, a quienes se les debe desde el 2014 más de medio millón de pesos provenientes de la federación para la operación del plantel. Lamentaron que durante 2015, 2016 no se les han asignado recursos para el plantel, así como tampoco les han pagado las becas de manutención a los estudiantes.
Y por si eso fuera poco, este jueves un gremio que se había visto siempre sumiso y que si acaso decían algo era en medios de comunicación, también le tomaron la oficina. Ahora fueron los constructores de la CMIC, quienes cansados de promesas llegaron muy temprano a las oficinas de la SEFIPLAN a reclamar lo suyo. Son grandes empresarios, los dueños del dinero, quienes se decidieron a hacer lo mismo que hacen campesinos, obreros, sindicatos, docentes, músicos, viudos, aseguradoras, alcaldes y políticos en general. Estos llegaron incluso hasta con sus maquinarias, con retroexcavadoras y motoconformadoras que, aseguran, están dispuestos a incendiar frente a Finanzas si no les pagan. Así el nivel de desesperación.
¿Qué le hicieron al dinero? Nadie le cree al subsecretario Jaramillo, quien no explica, no paga y solo dice que el dinero se esfumó por causas desconocidas… pero cuando menos de ese personaje siniestro ya nadie espera nada. ¿Pero de Pelegrín? ¡Caray! O son muy ilusos los que siguen creyendo en sus promesas, minutas y programas de pago… o están dispuestos a admitir de lo perdido… lo encontrado. | 
