Hay quienes piensan que las tensiones al interior del PRI son figuraciones y que los priístas están más unidos que nunca. Hay quienes dudan de los acalorados y arduos trabajos de cabildeo en las oficinas nacionales del PRI e incluso que Enrique Ochoa Reza esté preocupado por lo que ha sucedido y ha dejado de suceder en Veracruz. Vaya, hay quienes piensan que en nada influye en el proceso de selección del Presidente del CDE del PRI, la cercana amistad que tienen Fidel Herrera Beltrán y la delegada del CEN en Veracruz, Lorena Martínez Rodríguez.
Los bandazos continúan, hace unos días parecía que todos estaban de acuerdo en que Marlon Ramírez fuera el líder estatal del PRI, a las pocas horas trascendía que lo habían tirado del caballo y que solo quedaban en la puja final Renato Alarcón y Carlos Aceves.
Si son o no son los perfiles adecuados, los priistas tienen que decidirlo, pero ante la intentona de entronizar a Carlos Aceves, el propio Renato Alarcón adiciona: “lo cierto es que no creemos que Aceves tenga el perfil adecuado para ser el dirigente en este momento político tan complicado”.
Así las cosas en el rancho priista, donde todos se dan coces y se tiran mutuamente, donde la decisión es una veleta inasible que mantiene a la segunda fuerza electoral de Veracruz en vilo. Todo puede cambiar en horas, y lo cierto es que las decisiones cambian constantemente. En los hechos, hasta hoy, lo único certero es que al medio día de este jueves 26 de enero, a unos cuantos días de que empiece febrero y a unos cuantos más de que se realicen las elecciones 2017 para alcaldes, el PRI sigue sin Presidente de su Comité Directivo Estatal y por consecuente sin candidatos para los municipios. |