Pedir préstamos nuevos -a partir de hoy- resultará un suicidio. Imagínese aprobar en tales condiciones la reestructuración que propone el Gobierno del Estado. Una reestructuración que de por sí, ya estaba al filo de la navaja, por injusta, improvisada y cara; imagínese hacerlo ahora con una Tasa de Referencia Interbancaria altísima del 6.25%.
¡Sería un doble suicidio!...
Es momento, en serio, de que se aplaquen aquellos “inteligentes” financieros de SEFIPLAN que a pesar de todo siguen viendo viable la reestructuración. Hoy mismo, tratan de convencer a los diputados de su viabilidad. Sería inteligente que los legisladores locales consulten bien…se asesoren como es debido con gente que sepa o se van a meter en lío histórico. Se trata de una gran responsabilidad política y social, porque las reglas del juego han cambiado, no tanto políticas como bien lo dice el Fiscal Winckler, sino las económicas y financieras.
Hoy la sociedad está más pendiente que antes. Ya Duarte y Fidel saquearon a Veracruz y no hay justicia que les haga pagar sus culpas. Aprobar la reestructuración de la deuda en las nuevas condiciones también sería un acto de corrupción. Así que mucho ojo, diputados, sobre sus personas, sus conciencias y sobre sus futuros políticos caerá cualquier superficial, política y no bien evaluada decisión.
Es cuestión de sentido común. Cuánto se podrá beneficiar Veracruz. Con qué margen financiero, si la Tasa de Interés Interbancaria de Referencia llegó a los 6.25% y la deuda de Veracruz se pactó al 7%.
¿Cuál es el margen de negociación? ¡No lo hay!
Hoy no cabe lamentarse ni tirar culpas. No se trata de un asunto político, se trata del futuro de Veracruz. El pueblo votó por un cambio de gobierno que mejorara el caos, que abatiera la corrupción, no para que se acabara de hundir al Estado.
Es cierto, la decisión del Banco de México le metió por debajo de la puerta el chahuistle a Veracruz, y no es para alegrarse ni mucho menos: nos pega por igual a todos los veracruzanos.
Hoy se puede pensar que sin reestructuración no hay obras, sin obras no hay empleos. Y el estado quebrado.
Sin embargo, no es el fin del mundo. No es lo único, Hay otras medidas financieras que se deben explorar, Veracruz cuenta con especialistas dentro y fuera del Estado que deberían ser consultados. Por lo pronto debemos felicitar a los señores diputados que tuvieron el valor de postergar la discución en el Congreso,
Felicitaciones, por ello.
¿imágínese de haber aprobado ya la negociación y sentarse a firmar con esta nueva tasa de interés? Se sabe que la presión es demasiada, pero repito, no es el fin del mundo, Ni es tiempo de llorar.
Gobernador Yunes Linares, rompa el cerco, apueste al diálogo con ellos, se trata de Veracruz. No todos los profesionistas tienen que ver con partidos, ni con la corrupción del pasado, ni con la maldad.
Señores diputados, gobernador Yunes, déjense ayudar, no todo está perdido para Veracruz.
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