La escena era dantesca, seguidores de Tigres cubriéndose de los objetos lanzados por barristas escualos, en número superados, fueron presa fácil de sus agresores.
Abajo, en la cancha, al silbar el final del partido, los jugadores del Veracruz y cuerpo técnico se dirigieron a su vestidor. Restaron importancia al incidente.
Todo lo contrario hizo Tuca Ferreti y sus jugadores, de inmediato se fueron buscar a apoyar, de alguna manera, a sus seguidores, pero nada detenía la agresión, los elementos de IPAX fueron superados y la violencia se volvió despiadada.
Abajo, Tuca Ferreti, Gignac y otros jugadores de Tigres, increpaban a los elementos de seguridad del IPAX, que subieran a ayudar a sus aficionados, pues uno de ellos era salvajemente golpeado por cinco, incluso, con un tubo arrancado de las escalinatas del estadio.
“¡Cobardes, son unos cobardes!”, gritaba el “Tuca” Ferreti, a quien, minutos después, Jorge Garduño, jefe de operaciones del Luis “Pirata” de la Fuente, lo señalaba, ante reporteros, como el culpable de que se hubiera desatado la gresca en la tribuna. Mentira total.
Fueron 15 minutos de terror, de miedo, de pesadilla los que vivieron los seguidores de Tigres, y a las afueras, apostados, elementos de seguridad del IPAX, cubrieron la salida de los aficionados felinos, pero el daño ya estaba hecho.
Sin duda, vendrá un castigo ejemplar para los Tiburones Rojos de Veracruz, el veto del estadio, de acuerdo a reglamento, parece inminente, algo que en lo deportivo les pegará, justo ahora que se juegan el descenso.
Irónico, mientras en la explanada del estadio se desarrolló con normalidad la animación con seguidores, por otro lado se escuchaba el ulular de sirenas.
Noche triste en el puerto.
Ayuntamiento
Un total de 43 inspectores del ayuntamiento de Boca del Río se apostaron en los accesos del estadio Luis “Pirata” de la Fuente para contar uno por uno a los aficionados que entraban a presenciar el partido Veracruz-Tigres.
La intención del municipio era supervisar las taquillas, lo cual no les fue permitido, pues días antes, el alcalde Miguel Ángel Yunes Márquez, iba a clausurárselas e impedir la venta de boletos.
Por parte de la directiva escuala, abogados del propietario de la franquicia, Fidel Kuri Grajales, exhibieron un amparo para impedir cualquier acción del ayuntamiento boqueño.
De esta manera, inspectores de gobernación y comercio del ayuntamiento, sólo se instalaron en los accesos al inmueble, aunque esto solo pudieron hacerlo hasta las 18:00 horas, una vez que se abrió el estadio al público.
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