Hay una conocida máxima de la política que establece que si se quiere que algo no sea resuelto, hay que crear una fiscalía especial para atenderlo.
Y eso es lo que está haciendo la Fiscalía General del Estado, que ante la incontenible ola de robos a comercios en Xalapa y Boca del Río –una la capital legal de Veracruz y la otra la que quisiera el actual gobierno- decidió que lo mejor para atender el problema es incrementar la estructura burocrática del organismo con dos fiscalías especializadas en Delitos Patrimoniales en Agravio al Comercio en ambas ciudades.
Como si la tarea de conocer, iniciar, integrar y determinar una carpeta de investigación -que es la función que desempeñarán estas instancias- no fuera la misma que ya realizan las agencias del Ministerio Público.
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