Alguien dijo que el PRI no perdió la gubernatura el pasado junio del 2016, las perdió desde que Duarte y su pandilla se descararon y se robaron a ojos vistos lo que quisieron.
La despiadada rapiña duartista sacó al PRI de Palacio, le pegó en 2017 y les volverá a pegar en el 2018.
Y, como para que el agravio no se le olvide, el diputado Juan Manuel de Unanue presidente de Vigilancia del Congreso, recalcó que el daño patrimonial en 2015 no fue solo de 16 mil millones de pesos, sino de 22 mil, al agregarse otros 8 mil millones de pesos detectados por la ASF.
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