El escenario azul en Veracruz se descompuso en un solo fin de semana. Lo que justo después de las elecciones era una despejada autopista Boca-Palacio, ahora es un pavimento lleno de cráteres. En algunos meses la familia Yunes estará nuevamente en campaña y Miguel Ángel Yunes Márquez tendrá que prometer algo para atraer el voto, pero ante el desgaste de las banderas antiduartistas, ¿Qué le queda? ¿Prometer que resolverá el problema financiero de Veracruz, prometer que él sí podrá con el problema de la inseguridad, prometer eficiencia gubernamental, prometer más drones, prometer que devolverán lo robado? Con cualquiera de estas promesas los azules se estarían dando un tiro en el pie.
La única y verdadera bandera que le queda hoy a Yunes Márquez es el propio desarrollo municipal de Boca. Un desarrollo que no se escatima, un mérito que no se escamotea, pero ¿cómo transitar de un municipio a todo un Estado? Solo le quedaría prometer que todo Veracruz se convertirá en un Boca fantástico… en tan solo 6 meses.
Los Yunes quieren seguir gobernando, pero gobernar para qué. Hacer política es ver qué se debe modificar para que se alcancen los deseos de la población y a los Yunes les queda muy poco tiempo para demostrar a la ciudadanía que le pueden cumplir sus deseos de paz y desarrollo. ¿Qué debe hacer Yunes Linares para que su hijo tenga como propuesta de campaña algo que consolidar o continuar? O se pone a gobernar o no le alcanzará el control político para consolidar el proyecto.
¿Qué le pasó al Gobierno de Veracruz? La periodista Sandra Lorenzano señala que la verdadera esencia del PAN se vuelve impura o se desvirtúa cuando el partido llega al poder. ¿Qué le pasó a Yunes Linares, qué le pasó al PAN de Veracruz, qué le pasó al Gobierno panista? Como dijera Margarita Zavala: lo que pasa es que ganamos.
@atticuss1910
atticusslicona@gmail.com |